Sarah, un cardenal culto y con gesto severo
El Papa Francisco le ascendió a prefecto de Liturgia en 2014
Alto, culto, elegante y con gesto frecuentemente severo, el cardenal guineano Robert Sarah, antiguo arzobispo de Conakri , es una presencia que impone en los pasillos vaticanos desde que Juan Pablo II le llamó en 2001 como «número dos» de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
En 2010, Benedicto XVI le nombra presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz y, poco después, cardenal. En 2014, el Papa Francisco le «asciende» a prefecto de la Liturgia como sucesor del cardenal Antonio Cañizares.
Escritor y orador brillante en francés y en italiano, el nuevo responsable de Liturgia pasó enseguida a dedicar buena parte de su tiempo a la promoción de sus libros y a viajes internacionales. A raíz del intento de retener en su departamento competencias que el Papa había indicado se pasasen a las conferencias episcopales Francisco hizo pública una insólita carta al prefecto para reiterar su indicación original.
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