Sara Giménez: «Necesitamos a un ministro gitano o, por qué no, a un jefe del Gobierno gitano»

La portavoz de Igualdad de Cs y presidenta de la Fundación Secretariado Gitano rompió moldes desde que fue la primera mujer en su familia en graduarse

Giménez fue la primera abogada gitana de Aragón, es diputada de Ciudadanos y activista de la igualdad IGNACIO GIL
Érika Montañés

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Presume de Huesca durante su amena charla y reseña que parte de su familia está dedicada a la venta ambulante en Aragón, pero esta diputada de Ciudadanos, a la que Albert Rivera ‘fichó’ en una reunión sobre el 8 de marzo , reniega de que haya que encasillar a los gitanos en unos oficios concretos. O en la síntesis peyorativa de una etnia ancestral por su vis folclórica: ella lo transforma en la vena alegre, festiva y familiar que tiene la comunidad.

En su niñez, Sara Giménez (Huesca, 1977) era un ratón de biblioteca y eso –admite– sí que era extraño para sus padres, que «esperaban» que acabara pronto los estudios para que ayudase en la tienda familiar. De esos negocios locales, la primera abogada gitana de Aragón, aventajada que logró en la Corte de Estrasburgo la primera pensión de viudedad de una mujer casada por el rito gitano y no ante el Registro Civil, y una de los únicos tres parlamentarios gitanos que hay en el Congreso, luce una blusa que es la envidia de Nadia Calviño. Con la vicepresidenta se codea, y con Irene Montero se pelea, porque Giménez, portavoz de Igualdad de la formación naranja, se desencaja cuando se combate por la desigualdad y no se reducen brechas adicionales. «Ser mujer, gitana, del rural... cuando se tienen varios rasgos de vulnerabilidad te hace difícil la vida». Desde hace unos meses compagina la labor del Parlamento con la Presidencia de la Fundación Secretariado Gitano, que cumple veinte años.

La mujer gitana lo tiene aún más difícil que el resto...

Claramente sí. Superamos más barreras por la doble condición, enfrentas roles de género que te impiden una promoción de tu libertad, tu autonomía, y nuestra condición étnica, que a la mayoría le provoca rechazo. Aún se tiene una imagen negativa del gitano.

¿Desgasta? ¿Ha sufrido muchas veces discriminación?

Existen aún muchos estereotipos. La lucha por la igualdad también consiste en que al acceder a un empleo y vivienda no te miren distinto, que no te insulten en la caja de un supermercado, que te ‘permitan’ con un prisma de igualdad. Todo eso lo han vivido mis familiares y te hacen vulnerable.

Parece que el punto de partida del que se arranca no es igual para todos

Los datos objetivos son que más del 64% del alumnado gitano no acaba la ESO, triplicamos las tasas de desempleo y esas, formación y empleo, son las dos herramientas principales para alcanzar una vida digna. Hay datos relacionados con infravivienda y chabolismo donde los gitanos despuntan. Si tenemos mayor fracaso escolar, paro y no tenemos esos trampolines, el punto de partida para el acceso a las oportunidades es mucho más atrás que el resto.

Por las referencias de la música o el cine, ¿se mantiene el prejuicio y se percibe a los gitanos como folclóricos?

Uno de los problemas es que nuestras aportaciones a la historia y la cultura son desconocidas por la sociedad. También se nos ignora en el currículo escolar. En el imaginario social pesa mucho que los gitanos somos exclusión o folclore. Se olvidan de todos los que tienen una vida normalizada, los referentes en cada localidad, se tiene incompleta la visión. Somos los gitanos invisibles. Además, si vienes de entornos económicos bajos, el rechazo es más fuerte por puro desconocimiento: la historia de los gitanos tiene que estar en las clases, que se hable de nosotros y los niños se vean reflejados. Figuras gitanas de referencia hay muchas: dentro de entornos que no salen a la luz pública, todas las madres que nos han abierto el campo, por ejemplo. Adelaida Jiménez fue la primera maestra gitana; Juan de Dios Ramírez Heredia fue uno de los primeros políticos gitanos. Pero las referencias están en cada localidad. Los jóvenes se forman y están cambiando las cosas.

¿Qué pilares inculca a sus hijos?

Nuestro valor a la familia; sentirse orgullosos de lo que son y de la importancia de la educación. Lo viví como experiencia propia, porque me costó mucho estudiar. No es lo que se esperaba de mí: una chica gitana en una ciudad donde no estudiaba ninguna. Pero eso me ha abierto campo para ser una profesional y pelear por mí misma.

¿Quién no lo esperaba?

Nadie, mis padres esperaban que acabara EGB y no continuara . Sí querían mis profesores y mis vecinos no gitanos. Agradezco la apertura mental que tuvieron mis padres porque lo transformaron en un motivo de orgullo, porque ven traducido lo que la educación universitaria aportó a mi vida.

¿Por qué Ciudadanos?

Soy moderada, constitucionalista, de centro, defensora de la igualdad. Y nunca se me pidió un carné para defender los derechos humanos.

Sus intervenciones despiertan ovación entre progresistas y nacionalistas, ¿dará el salto a otro partido?

Soy leal y estoy en Cs. Llevo 20 años en la defensa de la igualdad sin matices y defiendo con pasión mis argumentos. Escuchan un discurso sensato, más allá de colores políticos, eso es lo que elevo al Congreso y es lo que aplauden.

¿La gitana se siente representada por el Ministerio de Igualdad?

No me representa un discurso, solo el discurso de igualdad. Se lo he trasladado a la ministra: en la agenda por la igualdad tiene que haber una especificidad que contemple la situación de cada mujer e ir más allá. Las políticas no son eficientes para la heterogeneidad de mujeres a las que se dirige.

¿Hay avances en la ley de igualdad de trato que ultiman en el Congreso?

Quiero una ley de igualdad de trato que no sea solo una proclama legislativa, sino que defienda la situación de discriminación de los colectivos, pero en el Gobierno presentaron la norma enfrentándose más por la bandera que por la respuesta que se iba a dar. Seré muy crítica si no hay ley de consenso.

¿En qué ámbito no logran penetrar todavía los gitanos?

Me gustaría la irrupción de una nueva generación de gitanos en el campo de la Medicina, Justicia, Ciencia... Ver a algún gitano ministro o, por qué no, un presidente del Gobierno gitano .

¿Se postula como posible ministra?

No [ríe]. Quiero gitanos profesionalizados. Tenemos que llegar a todo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación