La dieta macrobiótica y el masaje tailandés entran en la lista de pseudoterapias
El ministerio publicará próximamente un análisis sobre otras prácticas como la acupuntura, el yoga o la terapia floral
Durante meses, el fundador de Apple, Steve Jobs, rechazó operarse contra el cáncer que padecía. A cambio, optó por seguir la dieta macrobiótica , que prometía frenar el cáncer, la diabetes o las cardiopatías gracias a una alimentación equilibrada basada en el principio del Yin y el Yang. Desde este viernes, España califica esta práctica oficialmente como pseudoterapia : no tiene ningún aval científico y, por tanto, el Gobierno «no recomienda su utilización con finalidad sanitaria».
No es la única afectada. La magnetoterapia estática, el masaje tailandés y la sanación espiritual activa también han quedado al mismo nivel tras los primeros cuatro informes de la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones remitidos al Ejecutivo.
La evaluación forma parte de un plan lanzado en 2018 por la entonces ministra de Sanidad, Maria Luisa Carcedo, junto con el ministros de Ciencia, Pedro Duque, para identificar todas esas prácticas vestidas de ciencia que carecen de fundamentos . De las 139 técnicas planteadas entonces, 73 fueron directamente consideradas pseudoterapias , ya que no contaban con ningún ensayo clínico que avalara su eficacia, como ocurrió con los cristales de cuarzo, el feng shui o el masaje tibetano. Para las otras 66 técnicas, el Gobierno encargó informes individualizados, de los que ahora llegan los primeros resultados.
Sobre la dieta macrobiótica, que busca el equilibrio físico y emocional con alimentos locales vegetales, integrales y la reducción de grasas, azúcares y procesados, el informe concluye que « la baja calidad de los estudios identificados no permite extraer conclusiones sobre la eficacia y seguridad de la dieta macrobiótica en la mejora o control de enfermedades».
Algo similar indica sobre el masaje tailandés , técnica milenaria de masaje profundo en todo el cuerpo: los expertos no encuentran datos que prueben su eficacia contra el dolor lumbar agudo o crónico, así como otras afecciones como la osteoartrosis de rodilla, la cefalea tensional crónica o la neuropatía diabética. También la sanación espiritual activa , que ha llegado a utilizarse frente a la artritis reumatoide, queda descartada por completo; al igual que la magnetoterapia estática, que usa imanes para «aumentar las capacidades regenerativas del cuerpo».
Estas técnicas, sin embargo, no han quedado prohibidas , pero quien decida ofrecerlas no podrá hacerlo en un centro sanitario, ni publicitar sus supuestas propiedades sanatorias, ni impartir formaciones en universidades. El objetivo es que la población tenga a su alcance información fidedigna para poder tomar sus propias decisiones.
Además, otros seis informes están ya en proceso de revisión , y hay otra veintena en desarrollo. Los más cercanos son los que se refieren a la acupuntura para el dolor crónico; a la terapia floral; al yoga en condiciones clínicas seleccionadas; a la musicoterapia contra la ansiedad, estrés y depresión; a la reflexología podal; y al método Pilates en condiciones clínicas seleccionadas.