El agua robada de cuatro acuíferos de España riega el equivalente a más de 100.000 campos de fútbol
Una investigación de WWF denuncia que el agua extraída sin licencia equivale a más de 65.000 piscinas olímpicas
Sus acuíferos nutren algunas de las zonas con mayor valor medioambiental del país, pero de Daimiel, Doñana, mar Menor y Los Arenales se extrae sin permiso y se riegan cultivos extendidos por una superficie similar a 1,5 veces la ciudad de Madrid, más de 88.000 hectáreas, el equivalente a más de 100.000 campos de fútbol, según una investigación que publica este martes WWF. En total, el agua robada subterránea equivale a más de 65.000 piscinas olímpicas (casi 220 millones de metros cúbicos).
La evaluación oficial del estado de las masas de agua subterráneas más reciente muestra que casi uno de cada cuatro acuíferos en España están en mal estado cuantitativo, de acuerdo con los criterios que fija la Directiva Marco del Agua. Pese a ello, el robo de agua sigue sin resolverse. «Sucede frente a la inacción durante décadas de las distintas administraciones, que no han controlado ni saben el agua que realmente se extrae de los pozos mientras se agotan los acuíferos», dice la entidad ecologista.
Para extraer agua subterránea es necesario solicitar una concesión administrativa que da derecho a sacar una cantidad de agua para un determinado fin. «Pero lo que sucede realmente en estos cuatro acuíferos es que, sistemáticamente y con total impunidad, se están regando parcelas sin contar con autorización para extraer agua», asegura WWF. Para demostrarlo, la organización ha utilizado los datos de superficies en regadío obtenidos con teledetección, desagregados por cultivo, para poder aplicar los valores de las dotaciones de uso de agua a cada uno de ellos. Y el agua 'concedida' no encaja con la extensión y tipología de los cultivos.
Las Tablas de Daimiel es el caso más crítico, pese a que actualmente tiene menos de 60 hectáreas inundadas, menos del 3% de su capacidad, según denunciaban los alcaldes de la zona recientemente en ABC. Según los datos de WWF, al menos 51.465 hectáreas de cultivo se riegan con agua extraída ilegalmente de su acuífero, el equivalente a más de 62.300 campos de fútbol . El nivel del agua subterránea se sitúa casi por debajo de los 20 metros de profundidad.
Otro de los puntos negros del robo del agua en España que señala el informe está en el acuífero de Los Arenales , en plena meseta castellanoleonesa. WWF concluye que en 2019 se regó con agua extraída ilegalmente 23.975 hectáreas , es decir, el equivalente a más de 29.000 campos de fútbol. Durante estos años se ha asistido a una transformación total en esta zona, que ha pasado del cultivo de cereales y viñedos de secano al predominio de cultivos de patatas, maíz, hortícolas, o remolacha entre otros, altamente demandantes en agua. Mientras, en los últimos 15 años se ha registrado un preocupante descenso del acuífero de Los Arenales que sitúa el nivel de agua en Tierra del Vino -la masa de agua subterránea más afectada- por debajo de los 25 metros.
Además, el descenso de los acuíferos supone un grave problema de contaminación y una amenaza para la salud, ya que conlleva que la concentración de nitratos y arsénico sea mayor en el agua, como sucedió en 2006, hasta el punto de que en algunos casos no era apta para el consumo humano. La zona de Arenales sigue el «peligroso camino» de Las Tablas de Daimiel , que le llevó a ser declarado sobreexplotado y actualmente está seco y depende de ‘transfusiones’ de agua de emergencia, según WWF.
Por otro lado, en Doñana y Aljarafe, el humedal más importante de Europa, los datos que ha obtenido WWF concluyen que la superficie regada con agua extraída ilegalmente sobre todo para cultivo intensivo de fresas es de 4.729 hectáreas, el equivalente a más de 5.700 campos de fútbol, pese a que en los últimos años se ha puesto el foco en los pozos ilegales, cerrando muchos de ellos.
Sobre el mar Menor , el informe señala que hay 8.460 hectáreas de cultivo de regadío ilegal en el Campo de Cartagena, el equivalente a más de 10.200 campos de fútbol.
«Estos casos no son ejemplos únicos y aislados , sino una muestra de un problema mucho más generalizado que supone el uso ilegal del agua subterránea en España. El robo del agua es un escándalo para la sociedad y un delito que sucede por la impunidad y la inacción de las administraciones», afirmó Rafael Seiz, experto del programa de agua de WWF.
Con estos datos, WWF pide a las autoridades una «acción contundente» para mejorar el control de las aguas subterráneas con una reforma de la Ley de Aguas, más plantillas y recursos de las autoridades del agua, el fin del procedimiento del cierre de todas las extracciones ilegales de los acuíferos, sancionar a quienes que se saltan la ley y reducir la superficie de regadío.