Robert Neugegorn, paradigma de los abusos de la Psiquiatría
Se convirtió, sin pretenderlo, en un referente de la mala praxis
Robert Neugegorn se convirtió, sin pretenderlo, en un referente de la mala praxis en el ámbito de la psiquiatría. Su historia es triste y aleccionadora a un tiempo.
A lo largo de su vida, Robert Neugegorn estuvo ingresado más de cien veces en hospitales psiquiátricos . Todo comenzó en 1962, cuando tenía 19 años. Intentó arrojarse de un coche en marcha, contó su hermano, Jay, en un libro sirvió de guion para un documental televisivo. Poco después de aquel altercado, amenazó con estrangular a su padre y violar a su madre. Sus padres, sobrepasados por la situación, consultaron con un especialista. El psiquiatra no consideró que su actuación mereciese atención especial. Sin embargo, tras orinar deliberadamente en la consulta del médico, se le colocó una camisa de fuerza, siendo internado. Allí comenzó una vida estigmatizada por el sufrimiento y, en numerosas ocasiones, el trato vejatorio, del que solo se ha librado tras su muerte en el año 2015.
El libro, y sobre todo su adaptación televisiva, convirtieron a Robert Neugegorn casi en una celebridad en el mundo de la enfermedad mental, un superviviente de erróneas y crueles prácticas médicas.
Aquel incidente fue el principio de dos décadas de angustia para Robert y su familia. Durante prolongadas temporadas estuvo interno en diversas instituciones, como Creedmoor Psychiatric Center, en Queens, y en South Beach Psychiatric Center, en State Island, ambas en el área metropolitana de New York. Refirió haber sido maltratado en ambas instituciones, golpeado y medicado a la fuerza, sin recibir apenas atención médica especializada, mantenido durante semanas en aislamiento, bajo el eufemismo de «estimulación reducida» . Y todo ello sin haber recibido jamás un diagnóstico. Fue una verdadera víctima de la improvisación, casi un sujeto de experimentación.
En el libro escrito por su hermano, Jay, se dice :…«Robert fue considerado esquizofrénico cuando dosis elevadas de Toracina y Stelazina lograban calmarlo; se le catalogaba de enfermo maníaco depresivo («bipolar») cuando la administración de sales de litio parecían mostrarse efectivas; y se le consideraba depresivo con síntomas psicóticos cuando Tegretol o Depakine (anti-convulsionantes) lograban tranquilizarle».
Robert Neugegorn llegó incluso a ser tratado con terapias obsoletas, tales como el « coma inducido por sobredosis de insulina », la «terapia marxista» o el «tratamiento con gas» (óxido nitroso para el tratamiento de la depresión endógena). La denominada «terapia marxista», más conocida como anti-psiquiatría o «curación de perversiones morales» surgió en el ámbito de los países socialistas, inicialmente como rechazo a tratamientos muy agresivos, tales como la inducción del coma a través de la administración de dosis altas de insulina o sustancias como el cardiazol (pentametilentetrazol), o la «malario-terapia» (infección deliberada por plasmodio, el parásito que causa la malaria o paludismo).
Este proceder se fundamentaba en que los picos febriles calman a enfermos muy agitados. Otros tratamientos como la lobotomía (leucotomía) facilitaron el surgimiento de escuelas de pensamiento muy críticas con estas prácticas. La terapia electroconvulsiva (electroshock) no ha sido totalmente desechada, si bien su empleo es muy esporádico. La infección deliberada con malaria («malario-terapia») fue reconocida con la concesión del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 1927 a Julius Wagner Jauregg por el descubrimiento de la validez terapéutica de la inoculación de malaria en el tratamiento de la demencia paralítica. Esta fue la única vez en la historia, hasta ahora, que un psiquiatra ha sido reconocido con el Premio Nobel.
A los cócteles farmacológicos que recibía Robert Neugegorn se añadían otros medicamentos con los que se trataba de contrarrestar la yatrogenia de aquellos potentes fármacos.
Robert Gary Neugegorn nació en Brooklyn, New York en abril de 1947. Su padre, David, trabajaba con poco éxito en un negocio de papelería. Su madre, de soltera Anne Nassofer, era enfermera. Fue un matrimonio tormentoso. Al cabo de varios años de sobrellevar los problemas médicos con su hijo Robert, ella abandonó su familia, visitando a su hijo muy esporádicamente, a intervalos cada vez más espaciados. El padre murió a mediados de la década de 1970. Durante más de cuatro décadas, hasta su muerte (2015) solo su hermano Jay se ocupó de él . [Jay es el apelativo familiar a numerosos nombres que comparten la j como letra inicial].
Robert estudió en el Erasmus Hall High School, en Brooklyn, donde fue compañero de un personaje genial del ajedrez, Bobby Fischer. Se graduó en Forest Hill High School, en Queens. Durante dos años estuvo en el City College, donde quiso ser director de cine. Su hermano, Jay, autor de varios libros, se planteó escribir acerca de lo que consideraba una verdadera agonía vital de su hermano. Fue difícil. Es un texto profundamente emocional que tardó en escribir 20 años.
El libro llamó la atención del doctor Alvin Pam , a la sazón director del departamento de psiquiatría del Bronx Psychiatric Center. A pesar de que se consideraba que Robert debería vivir ingresado en el hospital, pasó casi una década en una residencia supervisada, con breves internamientos. A pesar de su estado, colaboró la realización del documental; e incluso logró un trabajo remunerado a tiempo parcial. Sin embargo, hacia el final de su vida, sus problemas mentales se agravaron. Terminó su vida internado en un asilo. Murió, como vivió, sufriendo, sin haber recibido jamás un diagnóstico. Este hecho lamentable se trasladó a su propia muerte. En su parte de defunción se escribe que falleció por «causas naturales».
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**José Manuel López Tricas es especialista en Farmacia Hospitalaria, y trabaja en Farmacia Las Fuentes de Zaragoza.