La Rioja tendría estado de alarma con las condiciones que Illa impone a Madrid
La comunidad supera los límites de incidencia acumulada, positividad y camas UCI ocupadas por enfermos Covid
La semana pasada, tras continuas idas y venidas que eran más propias de un folletín y que no hicieron más que producir confusión entre los ciudadanos, el Gobierno central impuso el estado de alarma en Madrid porque cumplía las tres condiciones que había fijado Sanidad para aplicar medidas especiales: tenía una incidencia acumulada superior a los 500 contagios por 100.000 habitantes, el porcentaje de positividad superaba el 10% y el de camas UCI ocupadas por pacientes Covid era mayor del 35%.
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Sin embargo, a día de hoy, la comunidad madrileña ha dejado de cumplir uno de estos criterios: la incidencia acumulada es ahora de 489,15 casos por 100.000 habitantes , por tanto, ha bajado de los 500 establecidos inicialmente. Pero, de momento, el Ejecutivo no tiene intención de levantar el estado de alarma en la región. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, expresó esta mañana durante una entrevista en la cadena SER que «la incidencia acumulada tiene que bajar muchísimo más», que debería estar «por debajo de 200 como mínimo».
Teniendo en cuenta este cambio de condiciones , habría una nueva región que cumpliría los tres criterios sanitarios que han puesto a Madrid en el punto de mira y que la tienen bajo estado de alarma: es el caso de La Rioja , cuya presidente en la actualidad es la socialista Concepción Andreu. La comunidad presenta una tasa de incidencia acumulada de 384,79 casos por 100.000 habitantes (es decir, supera los 200), tiene una positividad del 12,5% y la ocupación de camas UCI es del 36,67%.
Continúa el cruce de acusaciones
Por su parte, la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, han ofrecido este martes una rueda de prensa conjunta en la que han exigido al Gobierno que ponga fin al estado de alarma en vista de que, en su opinión, está sirviéndose de un «criterio inventado» para aplicar las restricciones.
Illa tampoco se ha quedado callado y ha justificado el cambio de condiciones poniendo en tela de juicio los datos aportados por Madrid : el ministro habla de un retraso en las notificaciones de entre cinco y siete días -y, en ocasiones, de hasta siete y ocho días-, de un descenso de las pruebas PCR y del mantenimiento de una alta incidencia. Se trata de una situación, a sus ojos, «preocupante»: «No podemos estar tranquilos», ha espetado.