Reservas previas y mamparas: así plantea el Gobierno la desescalada del transporte público

El Gobierno quiere evitar que la desescalada y la consecuente reapertura de determinadas actividades genere aglomeraciones en el transporte público de las principales ciudades. Y por eso ha elaborado una guia de recomendaciones –todavía abierta– que ha hecho llegar a las comunidades autónomas . Una medida destaca por encima del resto: valorar que se implante un sistema de reservas previas para «establecer limitaciones de acceso a las franjas de transporte».

Este sistema de reservas tendría que estar, según el Gobierno, ligado a modelos de cálculo, o sistemas tecnológicos y reforzados si es necesario por personal de seguridad para dar indicaciones a los usuarios. La intención del Ejecutivo es minimizar las horas puntas en el transporte, y para ello contempla tanto el fomento de medios de transporte alternativos (bicicletas, coches compartidos...) como flexibilizar horarios laborales.

En el lado de la oferta, se plantea que autobuses y metros circulen al 50% de capacidad , para lo que será necesario cuantificar la capacidad de estos medios de transporte, y que exista un máximo de dos pasajeros por metro cuadrado. Asimismo, Transportes propone analizar medidas adicionales para incrementar la oferta, como promover planes de movilidad de empresas o fomentar el uso de taxis, VTC y coches compartidos.

Las mascarillas no serán finalmente obligatorias durante la desescalada, aunque el propio Ábalos dejó caer el lunes en el Congreso de los Diputados que el Ejecutivo estudiaba esa posibilidad. Eso sí, el uso de material será «altamente recomendable » y deberá estar acompañado de otras medidas de prevención como el uso de mamparas entre el conductor y el pasaje, inhabilitar la primera fila de estos transportes y señalar los asientos que se pueden utilizar para mantener la distancia de seguridad.

Para que todas estas medidas, que se extienden también a las estaciones, tengan un impacto adecuado en la movilidad, el Gobierno pide a las regiones que recaben datos tanto laborales como sociales para determinar con más detalles cuáles son los usuarios del transporte público. Además, propone que se registre todo el proceso de la desescalada para «que sirva de experiencia para la gestión de brotes de epidemia que pudieran surgir en el futuro».