Remodelar las cejas y la nariz sin bisturí

Los médicos estéticos utilizan los hilos de PDO o la toxina botulínica para modelar el rostro sin pasar el quirófano

ABC
Teresa de la Cierva

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Levantar la punta de la nariz o enderezar el puente nasal puede realizarse sin pasar por el quirófano gracias a la aplicación de unos pocos hilos. También se puede modificar la forma de las cejas de forma duradera con una correcta y específica aplicación de toxina botulínica. Así se cambia el rostro sin bisturí.

Según la doctora Ana Torres, del instituto que lleva su nombre, los hilos espiculados «Barb II Peako» permiten remodelar la punta de la nariz y las aletas nasales . «Si se colocan de manera vertical, se puede elevar y aumentar la punta levemente , e insertados de manera horizontal, ampliar y enderezar el puente nasal», asegura.

¿De qué material están hechos estos hilos? Como muchos de los que se utilizan para el resto del rostro, son de polidoxanona (PDO) , un polímero sintético utilizado universalmente como sutura reabsorbible, muy flexible y que se degrada lentamente. «Son muy seguros y compatibles con los tejidos en los que se implanta y para tranquilidad de las pacientes, llevan años empleándose en cirugía ginecológica, ocular, cardíaca, pediátrica», afirma Torres.

¿Cuánto duran dentro del organismo? Se degradan por hidrólisis en 180 días, pero el efecto continúa entre 12-18 meses. «Este efecto más duradero después de la reabsorción de los hilos se debe a que el organismo reacciona al cuerpo extraño generando nuevo (o mejorado) colágeno y estimulando los fibroblastos en el lugar de la implantación. El cuerpo extraño, junto con la lesión mecánica mínima de la aguja o cánula, estimula y aumenta el metabolismo y el flujo sanguíneo en el área tratada», apunta esta especialista. «Pero la aplicación de hilos a la nariz requiere un conocimiento profundo de la anatomía y debe ser realizada por un médico con experiencia y muy bien entrenado», advierte.

¿El pero? Al ser el resultado pasajero, hay que repetir el proceso cada año o año y medio, pero es un sistema estupendo para aquellos que están pensando en someterse a una rinoplastia y prefieren comprobar primero si les gustará el resultado.

El diseño de cejas con bótox

El juego de palabras lo dice todo: soft-bótox se refiere a la aplicación de la toxina botulínica con una técnica amable, sin traumas creada por el Dr. Leo Cerrud. «La ceja, en su estructura, se puede alterar en todas sus partes: cabeza, cuerpo y cola. Si aplicamos bien el bótox, podemos levantar o bajar cualquiera de esas zonas», cuenta este médico.

«De manera estratégica, suave, progresiva, con el número mínimo de “pinchazos” y sin dolor, difumino (nunca plancho) las arrugas del entrecejo, la frente y las patas de gallo», indica. «Con esta toxina, y dentro de unos límites anatómicos, se pueden rediseñar las cejas como mejor nos convenga: rectas, con arco, con ángulo, altas, bajas, fijas, hipermóviles, etc», añade. Se consigue conservar la expresión de la mirada, abrirla, refrescarla y rejuvenecerla, pero si está mal hecho se puede obtener el efecto contrario.

«Las cejas hiperactivas, las famosas cejas disparadas y descontroladas indican una mala utilización de la toxina. Las inmóviles, muy rectas e inexpresivas, y aquellas con pequeñas arrugas por encima y acompañadas de una frente lisa, también. Las cejas con un ángulo muy cerrado y excesivamente altas se conocen como “Mefisto”, por claras alusiones al supervillano de los cómics Marvel y a la maldad que reflejan. Son el primer error del principiante y son muy fáciles de corregir, en manos de un buen profesional, y de generar, en manos de un incompetente».

¿El secreto del éxito de este método? «Un control absoluto de los músculos involucrados en la elevación, aproximación y descenso de las cejas: por un lado el músculo corrugador (parte interna del arco superciliar), piramidal (dorso de la nariz y entrecejo) y orbicular (de los párpados), y por otro lado, el músculo frontal», explica su creador.

Este diseño de cejas con toxina botulínica produce además un efecto tensor sobre el párpado superior . Y según Cerrud, es un complemento perfecto al diseño mediante depilación o maquillaje. Sesiones, 1 (+revisión), 110 euros.

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