Reino Unido da un paso más en la posible concesión de licencias de exploración energética en el mar del Norte

El comité sobre el Cambio Climático ha concluido que deben aplicarse requerimientos «estrictos» antes de conceder cualquier nueva licencia de exploración de gas o petróleo

Fotografía de archivo que muestra una plataforma petrolífera de BP en el mar del Norte EFE

Ivannia Salazar

Pese a las promesas del Gobierno británico para frenar sus emisiones de carbono, el país ha dado un paso más que abre la veda a más exploraciones petroleras en el mar del Norte, ya que el comité sobre el Cambio Climático que asesora al Ejecutivo sobre el objetivo de las cero emisiones netas, ha concluido que deben aplicarse requerimientos «estrictos» antes de conceder cualquier nueva licencia de exploración de gas o petróleo en este sitio, pero no recomendó prohibir su emisión, tal y como esperaban diversos grupos ambientalistas. Sí aclaró que el rechazo a nuevos permisos «enviaría una señal clara a los inversores y consumidores de que el Reino Unido está comprometido» con sus objetivos climáticos y ayudaría a «fortalecer la ambición climática a nivel internacional».

No obstante, sus miembros puntualizaron que no es posible establecer de forma vehemente si un aumento de las exploraciones se traduciría, a su vez, en un incremento significativo de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y dejaron en manos de los ministros la decisión final. «Sopesar estas ventajas es una decisión inherentemente política, que va más allá de la política climática y le corresponde al gobierno, no a mi comité», le escribió al ministro de Empresas, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng en una carta publicada este jueves el presidente del comité, el conservador John Selwyn Gummer, Lord Deben , quien además manifestó estar a favor de una moratoria en la búsqueda de nuevas reservas en el lugar ya que, en su opinión, una mayor producción energética en el mar del Norte no provocará necesariamente que los consumidores británicos vayan a tener mejores precios.

Efecto marginal en los precios

«Cualquier aumento en la extracción de petróleo y gas en el Reino Unido tendría, como máximo, un efecto marginal en los precios que enfrentarán los consumidores del Reino Unido en el futuro», detalló. Su visión personal, no obstante, podría no tener peso en la decisión final del Gobierno de Johnson, que en marzo del año pasado se ofreció a ayudar a la industria del petróleo y el gas en esta región a reducir sus emisiones de carbono en un 50% para el 2030 por medio de una inversión conjunta de 16.000 millones de libras esterlinas, que además ayudaría a mantener 40.000 puestos de trabajo.

El Ejecutivo se felicitó en su momento de un acuerdo que calificó como «histórico», ya que ayudaría a respaldar «la transición de la industria del petróleo y el gas hacia un futuro de energía limpia», pero ya entonces se negó a prohibir nuevas licencias de exploración, como lo han hecho otros países, como Dinamarca. Eso sí, su intención es poner en marcha un «punto de control climático» que requeriría que cualquier nueva licencia de petróleo y gas pase una serie de pruebas sobre su impacto ambiental. Mel Evans , jefe de la campaña petrolera de Greenpeace Reino Unido, describió el acuerdo como «un fracaso colosal en el liderazgo climático en el año de la Cop26», de la que el Reino Unido fue anfitrión el pasado noviembre.

Las reacciones desde el sector ambientalista a las recomendaciones del Comité no se hicieron esperar. La abogada especialista en cambio climático y derechos humanos, Tessa Khan , directora de Uplift, que hace campaña para poner fin a la extracción de combustibles fósiles, aseguró al diario 'The Guardian' que «la oposición del comité a continuar con la exploración del Mar del Norte es un claro reconocimiento de que existe un límite para lo que podemos quemar de manera segura» y añadió que «no hay justificación para estos desarrollos» que «no reducirán las facturas ni contribuirán a la seguridad energética del Reino Unido», sino que «todo lo que harán es aumentar las ganancias de la industria».

También hubo una declaración oficial desde el ministerio de Energía, cuyo portavoz detalló que «continuará habiendo una demanda continua de petróleo y gas en las próximas décadas a medida que hacemos la transición a formas de energía más limpias y económicas generadas en este país» y advirtió que «apagar el gas del Mar del Norte» pondría en riesgo «la seguridad, los empleos, y las industrias británicas estarían en riesgo», por lo que «dependeríamos más de las importaciones extranjeras».

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