Recomiendan que los restaurantes sirvan copas de vino más pequeñas en Reino Unido
David Moore, propietario del restaurante Pied-à-Terre con estrella Michelin en Londres, califica la medida de «niñería» del Estado, que piensa que así la gente beberá menos
«Una tontería digna de un Estado que se comporta como una niñera». Con estas palabras define David Moore , propietario del restaurante Pied-à-Terre con estrella Michelin en Londres, la sugerencia que ha hecho Public Health England -el organismo gubernamental que define las políticas de salud pública- de que los bares y restaurantes sirvan las bebidas alcohólicas en vasos y copas más pequeños para evitar que la gente beba en exceso .
La recomendación se basa en un estudio de la universidad de Cambridge, que concluyó que las personas consumen menos alcohol si se sirve en recipientes más pequeños. Tal parece que los restaurantes habían llegado a la misma conclusión hace tiempo, aunque no por motivos de salud sino económicos, ya que cuando el tamaño de las copas aumentó de una capacidad de 300 mililitros a una de 370, las ventas de vino aumentaron un 7,3%, según datos revelados por el diario británico «The Telegraph»; mientras que la reducción a 250 mililitros provocó una caída del 9,6%. Eso sí, según los investigadores que llevaron a cabo el estudio, los consumidores son incapaces de darse cuenta de la diferencia entre un vaso de 250 ml, uno de 300 ml o uno de 370 ml.
La profesora Dame Theresa Marteau, una de las autoras del informe, aseguró al rotativo que «teniendo en cuenta nuestros hallazgos, la regulación del tamaño de la copa de vino es una opción que podría considerarse para su inclusión en las regulaciones de licencias para reducir el consumo de alcohol fuera del hogar». Y Public Health England dice que estos resultados podrían conducir a un nuevo enfoque en la política de nacional de venta de alcohol .
Los autores afirman que el tamaño de las copas de vino ha aumentado casi siete veces en los últimos 300 años, y la subida más fuerte se produjo a partir de 1990, ya que actualmente el tamaño es el doble que entonces. «Durante este tiempo, la cantidad de vino consumido se cuadruplicó , aunque el número de consumidores se mantuvo constante», aseguran.
Pero los expertos de los restaurantes no están de acuerdo con la instauración de una nueva política, y no solo por el daño económico que supondría a juzgar por los datos de ventas, sino porque el alcohol, sobre todo algunos vinos, necesitan «aire». David Moore explica que «algunos vinos necesitan una copa más grande que otros», ya que «por ejemplo, uno joven de estructura pesada, necesita más superficie para respirar y desarrollarse». Es, en definitiva, una cuestión de calidad. Asimismo, sostiene que lo importante es «cuánto vino hay en la copa y no el tamaño de la copa» y añadió que «en un restaurante donde tienes un sumiller, nunca vas a tener más de 75 mililitros en un vaso en ningún momento».
En la misma línea se manifestó Christopher Snowdon , director de Lifestyle Economics del Instituto de Asuntos Económicos, para quien «la idea de que el vino que se consume en los restaurantes tiene un impacto significativo en la cantidad de muertes relacionadas con el alcohol es una tontería. La mayoría de las personas solo visitan restaurantes ocasionalmente y la mayoría del alcohol se consume en el hogar».
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