Coronavirus
El rastreo de contactos es fundamental para frenar la pandemia: «No solo hay que llamar, hay que tocar puertas»
El director general de la OMS confía en esta figura como herramienta clave antes de que haya vacuna
El rastreo de los contactos infectados por la Covid-19 es una de las claves para el control de la pandemia de coronavirus en el mundo y poder así salvar vidas mientras no exista una vacuna, según declaró hoy, durante una conferencia de prensa, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Rastrear de forma adecuada a los contagios es fundamental, para detener la pandemia, ya que en estos momentos no podemos cometer errores ni esperar a que una vacuna frene los contagios sino que tenemos que utilizar las herramientas que poseemos», afirmó el responsable de la agencia sanitaria de la ONU.
La figura del rastreador se ha convertido en uno de los aspectos fundamentales para controlar la epidemia del nuevo coronavirus. En España esta función está desempeñada, en su mayor parte, por profesionales de la enfermería. Estos profesionales se encargan, a través de llamadas telefónicas, de diseñar el mapa de los contactos de la Covid-19.
Hoy la OMS ha ido más allá recomendando que no sólo hay que hacer llamadas teléfonicas, sino que, además, hay que desplazarse por las zonas donde existen focos infecciosos y tocar en las puertas buscando eventuales contagios. «La vigilancia es vital para evitar nuevos confinamientos », señaló Michael Ryan, director ejecutivo de la OMS.
Sin embargo, la OMS precisó que el rastreo no es una estrategia válida si se practica de manera aislada. La búsqueda de infectados tiene que formar parte de un paquete de medidas que tiene que ejecutarse de forma conjunta. Aislar, testear y cuidar a los enfermos son igualmente importantes para controlar la pandemia.
Respecto al uso obligatorio de mascarilla, que se está generalizando en muchos países, la directora técnica del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Maria Van Kerkhove, explicó que el organismo siempre había apoyado su utilización, sobre todo entre el personal de salud, pero que llevarlas no sustituye a las demás medidas de distanciamiento ni de higiene de manos.
La OMS se felicitó por los resultados prometedores de la vacuna de Oxford. Sin embargo, advirtió que todavía habrá que realizar pruebas a gran escala antes de determinar si es realmente eficaz. El director del organismo subrayó también la importancia de distribuir equitablemente la futura vacuna, objetivo que no podrá cumplirse sin voluntad política.
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