Quince días atrapado en Cuenca por la descoordinación sanitaria entre comunidades

Ni el Hospital de Cuenca, donde veraneaba, ni Cataluña le costearon el oxígeno hasta Barcelona

El afectado, con el oxígeno, en su vivienda de Barcelona Pep Dalmau

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La descentralización del sistema sanitario en España sigue generando desigualdades que impactan directamente en los pacientes. Pese a que, sobre el papel, el traspaso de competencias en materia sanitaria (arrancó en 1981 con la cesión de las competencias a Cataluña, y culminó en 2001), sugiere una mejora por la supuesta optimización del gasto y la agilización de la respuesta asistencial, en la práctica y en determinados casos, la teoría se desvirtúa. La familia de F. F., un vecino de Barcelona de 81 años de salud frágil que este verano se ha quedado mediomes «atrapado» en Cuenca por «problemas de incompatibilidad sanitaria» entre Cataluña, su comunidad de origen, y Castilla La Mancha, la de destino, da fe de ello. Pilar Fuente, hija del denunciante, explica a ABC el calvario que vivieron el pasado verano desde que el hospital conquense le dio el alta a su padre.

«La doctora me dijo que ya podía abandonar el hospital pero que seguía necesitando asistencia con oxígeno domiciliario y que, lamentablemente, desde el hospital no nos cubrían ni el traslado con el tratamiento a Barcelona ni el oxígeno para que lo lleváramos nosotros», explica la denunciante, que tuvo que permanecer 14 días con su padre en Cuenca hasta que llegó a un acuerdo privado con la empresa que dispensa el oxígeno al hospital y pudo regresar a Barcelona. Ni el hospital conquense, ni el centro sanitario catalán en el que asistían su padre le ofrecieron una solución. Se limitaron a «echar pelotas fuera».

Fronteras dentro de tu país

«Abandonados» en Cuenca, Pilar y su padre sintieron en su propia piel, según denuncia, «las graves disfunciones de un sistema que impone fronteras dentro de un mismo país en lugar de levantarlas». «Con la tarjeta europea se puede viajar de un país a otro pero en España no puedes ir con tu oxígeno de una comunidad a otra . Te limitan la prestación del oxígeno a la comunidad en la que te lo prescriben. Es una gran incongruencia», añade.

Portavoces del Ministerio de Sanidad consultados por ABC aseguran que «en este caso la Comunidad de origen es Cataluña por lo que sería esta la que se tendría que hacer cargo del transporte sanitario que precise». Para argumentarlo aluden al Real Decreto 1030 /2006, de 15 de septiembre. En contreto, refieren a su anexo VIII (punto cuatro) sobre traslado entre comunidades autónomas que recoge que «cuando un paciente desplazado transitoriamente a otra comunidad autónoma ha recibido asistencia sanitaria urgente, la comunidad de origen del paciente es la que se hace cargo del transporte sanitario que precise por causas estrictamente médicas para su traslado a la comunidad de origen, bien a su domicilio o a otro centro sanitario». La Generalitat admite en declaraciones a ABC que en este caso Cataluña era la comunidad que debía cubrir el transporte del paciente. Aclara, asimismo, que «la solicitud de traslado la puede iniciar el hospital emisor, el propio enfermo o sus familiares».

Para más agravio, la familia del afectado recuerda que su reclamación era incluso más simple. «Ya no pedíamos el traslado en ambulancia, que de entrada nos dijeron que no podía ser, sino solo oxígeno para poder llevar a mi padre de vuelta a casa». El Hospital de Cuenca confirma el caso y mantiene que es el paciente o los familiares los que deben solicitar a Cataluña ese traslado con oxígeno y que compete a la comunidad de origen dar la autorización para que lo reciba. Mientras administraciones y centros sanitarios implicados echaban pelotas fuera, la familia, angustiada, pensaba in extremis una solución para poder regresar a Barcelona. Los hechos se remotan al pasado 5 de agosto cuando el paciente que fue intervenido hace un año en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, llegó con su hija, yerno y nieto a Cuenca a pasar unos días de vacaciones. La familia, natural de Cuenca, se instaló en la vivienda familiar que tienen en la capital conquense. Sobre la una de la madrugada del día 06 F. F. se desvaneció. Avisaron al sistema de emergencias y una ambulancia se desplazó urgentemente hasta el domicilio y le trasladó hasta el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca. El paciente permaneció una semana ingresado en la UCI y otra en planta.

«Ahora son 17 Españas»

Tras esas dos semanas, una especialista en Medicina Interna del hospital le dio el alta, aunque le indicó que, además de un tratamiento farmacológico, debía seguir con oxígeno domiciliario (18 horas al día), tal como apunta su hoja de alta, con fecha de 19 de agosto de 2019. Tras extenderle el alta, la doctora avanzó a la familia que debía darles dos malas noticias. «No puedo darle el óxigeno a su padre y tampoco la ambulancia para que lleguéis a Barcelona», les indicó. Completó la frase con: «Lo siento. Esto antes era una España y ahora tenemos 17 Españas» . Tampoco podía acceder a su historial clínico, lo que demuestra la falta de interoperabilidad de la historia clínica digital entre comunidades.

La sorpresa de la familia fue mayúscula. «No entendíamos nada. Nos estaban diciendo que podíamos volver a casa pero que nos buscáramos la vida porque la sanidad pública no nos sufragaba el oxígeno», precisa Pilar Fuente. La facultativa sugirió a la familia, según dice denunciante, que intentaran llegar a un acuerdo privado con la empresa de oxígeno (Oximesa). «Era todo surrealista. Les dije que debíamos regresar a Barcelona porque mi marido trabajaba y me aconsejó también que buscara a alguien que se quedara con mi padre», denuncia Pilar.

Ante la negativa del centro conquense, la mujer decidió llamar al ambulatorio de Cataluña en el que atienden a su padre. «Me dijeron que por tema de financiación de las comunidades, cada una gestiona lo suyo» y que a mi padre tendrían que prescribirle el oxígeno aquí», indica Pilar, que tuvo que quedarse sola hasta el día 3 de septiembre (fecha de la siguiente visita en el Hospital de Cuenca), mientras que su marido y su hijo regresaron a Cataluña para cumplir con sus obligaciones laborales.

«Han sido casi 15 días solos aquí en Cuenca.Gracias a Dios tenemos casa aquí.De lo contrario, habríamos tenido que pagarnos un hotel», dice Pilar. «Espero que mi denuncia sirva para que otros pacientes no se encuentren con el mismo problema», concluye..

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación