Coronavirus
Quejas contra Amazon por el foco de contagios en uno de sus centros logísticos de Alemania
Los sindicatos denuncian que las medidas de protección en los centros de Amazon corren a cargo de los empleados
Tras registrar 53 casos en su centro logístico de Winsen y otros siete en el de Pforzheim , Amazon está recibiendo severas críticas en Alemania, por no actuar a tiempo y no estar protegiendo suficientemente a sus empleados. «Es una de las empresas que más se está beneficiando de la crisis sanitaria, debido a que muchas personas consideran más sensato hacer pedidos por Internet que acudir presencialmente a una tienda . Lo menos que cabía esperar es que cuidasen a sus empleados, a los que se refieren como héroes, y que cierren los centros si es necesario para proteger a los que todavía están sanos», protesta una portavoz del sindicato Ver.di.
Este sindicato se ha quejado de que las medidas de protección en los centros de Amazon corren a cargo de los empleados , que en algunos casos pagan sus propias mascarillas. Critica también que la empresa ha reubicado los casilleros en los que los empleados dejan sus objetos personales, para evitar que se crucen en los desplazamientos, pero que esto les obliga a recorrer distancias más largas para llegar a ellos, por lo que se ven reducidos sus tiempos de descanso. Los comités de empresa de los centros logísticos de Amazon en Alemania han debido intervenir legalmente varias veces para evitar el abuso de las medidas de protección contra el coronavirus, por ejemplo mediante el reconocimiento facial en las cámaras de videovigilancia.
Amazon paga a sus empleados un sobresueldo de dos euros por hora hasta finales de mayo, a modo de compensación por seguir trabajando en lugar de quedarse en casa, pero solo si acuden a trabajar regularmente y no se reportan enfermos. Ver.di critica esta política como un «bono de asistencia», que también podría hacer que las personas enfermas vengan a trabajar , poniendo consiguientemente en peligro a los trabajadores sanos.
En realidad Amazon enfrenta ahora mismo una oleada de quejas sindicales en toda Europa. En Francia, un tribunal ha dictado que solo se le permitirá vender los productos más esenciales. En Italia, la pandemia llevó a una huelga de 11 días que acabó con la compañía garantizando a sus empleados un descanso adicional de cinco minutos para mejorar su higiene. «La crisis ha proporcionado munición a los sindicatos, que aspiran a lograr victorias que permanezcan una vez acabe la pandemia», cita Bloomberg fuentes de la empresa. La compañía teme que se sienten precedentes de costes millonarios en Europa, que es ya el segundo mercado para su servicio. Desde 1998 ha incrementado su presencia hasta operar ya en Alemania y Reino Unido, Francia, Italia, España, Países Bajos y Turquía.
Los sindicatos están reclamando un incremento temporal del salario para aquellos trabajadores que están prestando sus servicios durante la pandemia, así como test sistemáticos a sus trabajadores. La compañía ha anunciado la intención de constituir su propio laboratorio , que centraría las pruebas a todos sus empleados en el mundo, pero los sindicatos ven en ese proyecto brechas e la privacidad de los datos.