Putin promulga la ley que suaviza la violencia de género en Rusia
Los ataques contra familiares ya no serán considerados delito si se trata de una primera denuncia
El presidente ruso, Vladímir Putin , acaba de promulgar la ley que saca la violencia de género de la legislación penal, como estaba hasta ahora, y «la convierte en una simple falta administrativa». Será delito penal solamente cuando haya reincidencia o muertes de por medio.
La nueva norma permite un primer maltrato en el periodo de un año, siempre y cuando no se causen lesiones graves, y tendrán que estar debidamente probada, ya que, de lo contrario, no se activaría el cómputo de agresiones.
Frente a los dos años de cárcel, pena máxima que hasta la fecha podía ser impuesta a los agresores, la nueva norma prescribe multas de hasta 30.000 rublos (unos 475 euros) , 15 días de arresto o 120 horas de servicios a la comunidad. Reincidir sí conllevaría penas de cárcel más prolongadas o si la paliza conduce al fallecimiento de la maltratada.
La promotora de la ley ha sido, paradójicamente, una mujer, la senadora del partido Rusia Justa, Elena Mizúlina , artífice también de la «ley contra la propaganda homosexual» y antigua presidenta del Comité parlamentario de Familia, Mujer e Infancia.
Según expuso en su intervención ante el Parlamento cuando defendió el anteproyecto, «no es lógico que tenga más castigo una agresión dentro de la familia, a un familiar próximo, que fuera». A juicio de Mizúlina, «descriminalizar» la violencia doméstica «permitirá proteger a la familia de injerencias exteriores no justificadas y defender la familia tradicional (...) amenazada si el marido va a la cárcel». La senadora cree que no es de recibo que «tengamos personas en prisión durante dos años y con la etiqueta de delincuente por un simple sopapo».
Entre los argumentos esgrimidos por los defensores de la norma también aparece la supuesta necesidad de proteger los derechos de los padres a imponer disciplina a sus hijos o la idea de que el Estado no debe inmiscuirse en cuestiones familiares.
La letrada María Davtián y muchos otros expertos han puesto el grito en el cielo, ya que están convencidos de que, si la ley termina aprobándose, «llevará a una explosión de violencia en el seno de las familias rusas». Davtián tampoco está de acuerdo con que haga falta provocar lesiones graves para castigar al maltratador, a su juicio, «cualquier agresión tiene que ser punible aunque cause solamente un moratón».
El Ministerio del Interior ruso admitió en 2008 que cada año entre 12.000 y 14.000 mujeres mueren a manos de sus parejas. En años posteriores no se ha vuelto a facilitar datos al respecto para ocultar el problema pese a los continuos requerimientos de los organismo internacionales. En 2015, el mismo ministerio aseguró que 50.000 personas habían sido víctimas de la violencia doméstica, sin aportar más detalles.
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