Sentencia caso Arandina
Un pueblo partido por la banda
Desde el jueves, Aranda de Duero (Burgos) está dividida. Los «indignados por una pena injusta» se expresan en la sombra
«Exagerada» e «injusta». Son las dos palabras que más se repiten en Aranda de Duero para calificar la sentencia del conocido como caso Arandina, que condena a 38 años de cárcel por un delito de agresión sexual sobre una menor a los tres exjugadores del club ribereño. Los vecinos comparten que por el hecho de que Carlos Cuadrado, Víctor Rodríguez y Raúl Calvo fueran mayores de edad y la adolescente tuviera en ese momento -24 de noviembre de 2017- 15 años deben «pagar» por abuso, «si es que hubo algo». «Pero una cosa son cuatro, cinco o seis años... ¡y otra, 38!», exclaman con «indignación» varios vecinos de este municipio burgalés, donde hay opiniones de toda clase. Desde que el caso salió a la luz han mostrado desde «la banda» su respaldo a unos exfutbolistas que apenas llevaban «tres meses» en la localidad en la que la víctima lleva residiendo toda su vida.
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Como «una salvajada» y «muy injusto por los chavales», califica una vecina el fallo. Cuestiona que «no se sabe en qué se basan» más allá de la declaración de la menor para imponer esa condena, que creen ha llegado condicionada por la «presión social» y la de la Manada de Pamplona. «Sólo por ser chica la han creído a ella», cuestiona una señora. «Hay que ser consecuente con el daño que puedes hacer a las familias», recalcan varios vecinos. «Que creen que es ejemplificante y una forma de cortar los abusos, de acuerdo; que haya castigo, pero no es justo. Se han pasado», subrayan.
«Sale más barato matar»
«Un delito de sangre te sale más barato», lamentan con enfado y pensando en que los tres exjugadores -que siempre han negado los hechos y cualquier relación sexual con la menor- «van a estar marcados» de por vida.
En Aranda de Duero, de cerca de 33.000 habitantes, quien más y quien menos ha oído hablar del caso y «de los 38 años» de pena y la opinión mayoritaria coincide en ver muy elevada la condena. Eso sí, la condición para hablar «con sinceridad» sobre lo que opinan es mantener siempre su anonimato. «En Aranda nos conocemos todos, ¿pero quién dice a cara descubierta lo que pasa?», reconoce un vecino en una localidad que ya en 2017 salió a la calle en favor de los jugadores y este último fin de semana ha vuelto a clamar contra el desmesurado veredicto, pero donde también hay voces que ven «bien» los años de cárcel que se les han impuesto.
«¡Y que esté Carcaño en la calle sin encontrar a Marta del Castillo, lo del crimen de los tirantes, 5 años... y a estos 38 años!», exclama una mujer. Dice que «no se sabe en qué se basan» los jueces para argumentar este fallo, que argumenta la prueba de cargo solo en las declaraciones de la víctima.
«Están fastidiando la vida a tres chavales y a ella también», lamentan en Aranda de Duero, donde la adolescente sigue viviendo y acudiendo a clase, aunque tras conocerse la sentencia no se le vio durante un tiempo por la localidad. Recuerdan algunos que, después de los hechos, la joven siguió haciendo vida normal e incluso «fue a verles jugar al día siguiente», hasta que más de dos semanas después se interpuso la denuncia.
En el entorno próximo a la chica impera el silencio. Sus vecinos del bloque en el que reside -a unos metros del piso de los futbolistas en los que se cometió la agresión- nadie opina y en el centro educativo al que acude, varios alumnos aseguran que apenas se ha comentado en público el asunto.
Todo lo contrario que entre otros grupos de niños y adolescentes. El controvertido «tema de los 38 años» se cuela en las conversaciones del recreo, donde, aseguran, comentaron «lo injusto» de una condena que supondrá que «cuando salgan van a a tener 50 años y ya no van a poder disfrutar de la vida». También los «mensajes que la chica envió a sus amigas y en los que decía que “ni la habían violado ni nada, pero que se iban a cagar”, en tono amenazante», señalan dos chicas respecto a los audios del móvil de la joven que ya se citaron en el juicio, pero a los que los magistrados no han dado credibilidad. Este pasado sábado esos mensajes se han filtrado, tal y como publicó ABC, pero en Aranda se habían escuchado y se comentaba su contenido desde hacía tiempo.
Vía redes sociales los más jóvenes también se han sumado al apoyo, que ayer citó a decenas de personas en Bóveda de Toro (Zamora), localidad de uno de los fubolistas. Y hay llamada para otra concentración en Burgos el próximo miércoles coincidiendo con la «vistilla» que decidirá si entran o no en prisión de forma inmediata.