El PSOE balear ha cuestionado a lo largo del último año que el canal autonómico emita eventos religiosos
El actual director general de IB3 ha optado por mantener la misa de los domingos y también ha defendido la reciente retransmisión de la toma de posesión del nuevo obispo de Menorca
La propuesta de Unidos Podemos relativa a dejar de emitir la misa dominical de La 2 , registrada en el Congreso de los Diputados, no cuenta con el apoyo ni del PP ni del PSOE. En Baleares, el debate sobre si un canal de televisión público debe emitir o no eventos religiosos se planteó hace ya varios meses, en una sesión de control parlamentario de IB 3 en la que los socialistas abogaron por la supresión de la misa que cada domingo emite el citado canal autonómico.
En el seno del actual tripartito balear, conformado por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos, sólo los socialistas han cuestionado públicamente y de forma reiterada que el canal autonómico emita actos religiosos de la Iglesia católica.
La primera vez que se habló sobre esa cuestión fue en la sesión de control de IB3 celebrada en la Cámara regional en marzo del pasado año. El actual director general del ente, Andreu Manresa , dijo entonces que estaba en estudio la posibilidad de que la radiotelevisión pública balear dejase de retransmitir la misa que cada domingo se ofrecía en directo desde la Catedral de Palma. Aun así, Manresa también señaló que a su juicio tendría «algún sentido» seguir manteniendo dicho espacio en la parrilla televisiva. Los argumentos que utilizó fueron que hay personas enfermas o mayores que no pueden acudir de manera regular a misa y que este tipo de retransmisiones cuentan también con espectadores amantes de la solemnidad religiosa.
En el marco de ese contexto previo, la diputada autonómica socialista Silvia Cano le dijo a Manresa que «la pornografía también tiene su público», añadiendo que aun así a nadie se le ocurriría programar sexo explícito en un canal como IB3. Cano, que también es la actual secretaria general del PSOE en Mallorca, propuso en dicha sesión parlamentaria dejar de emitir la misa y ofrecer en su lugar un espacio de carácter ecuménico o sobre ética y filosofía.
Las palabras de Cano en las que presuntamente habría equiparado una misa con una película pornográfica fueron consideradas «muy desafortunadas» por el PP, por lo que los populares le exigieron a la diputada socialista que se disculpase públicamente. En el pleno celebrado el 31 de marzo del pasado año en el Parlamento autonómico, Cano anunció que no pediría perdón por algo que en realidad no habría dicho. «Yo soy responsable de lo que digo, no de lo que usted o algunas personas interpretan o manipulan», le replicó Cano al diputado popular Antoni Camps.
Tras un tiempo de reflexión, Manresa decidió finalmente que el canal autonómico siguiera retransmitiendo la misa dominical, al considerar que se trata de « un servicio público » y que, además, la emisión del oficio religioso « no tiene ningún coste de producción ni de enlace » para la radiotelevisión balear.
Más recientemente, en la comisión de control parlamentario de IB3 celebrada el pasado mes de febrero, Cano cuestionó en esa ocasión que el canal autonómico hubiera retransmitido en directo la toma de posesión del nuevo obispo de Menorca, Francisco Conesa. La diputada socialista argumentó que al ser, a su juicio, un acto de una organización privada, no debería haberse emitido por un canal público.
Manresa replicó que l a toma de posesión del nuevo obispo menorquín era un hecho «social y cultural» que despertaba interés. En ese sentido, el director general del ente añadió que el canal autonómico debe reflejar «lo que pasa» y «lo que afecta a sectores representativos de la sociedad». Asimismo, recalcó que el coste de la emisión había sido asumido prácticamente en su totalidad por el Obispado.
Un hecho que también está suscitando una cierta polémica en estas últimas semanas, aunque sin ninguna relación con la emisión o no de misas en la televisión pública, es que IB3 está preparando una serie de ficción en la que se mostrará un conflicto entre un obispo y una orden de religiosa s por la propiedad de un convento. Dicha historia guarda innegables similitudes con algunas de las actuaciones llevadas a cabo por el anterior obispo de Mallorca, Javier Salinas .
Cabe recordar que Salinas presentó su renuncia como máximo representante de la diócesis mallorquina en septiembre del pasado año. Unos meses antes, en diciembre de 2015, había trascendido que el marido de una excolaboradora del obispo había presentado una denuncia ante la Santa Sede por una presunta «relación impropia» del prelado con su esposa.
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