Profunda irritación del jefe del Estado italiano contra la presidenta del BCE
Sergio Mattarella, en una durísima declaración, pide al Banco Central Europeo «ayudar y no crear obstáculos» en un momento de emergencia sanitaria en Italia
Detrás de la metedura de pata de Lagarde, que causó el hundimiento de las bolsas, Italia ve la mano dura de Alemania, en particular del presidente del Bundesbank
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El jefe del Estado italiano, Sergio Mattarella , reaccionó anoche con profunda irritación e ira contra la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde . En una rueda de prensa, unas palabras de la francesa hundieron las bolsas, con una pérdida del 17% en la de Milán , la peor de su historia.
Con una frase, la presidenta del BCE transformó la grave emergencia sanitaria en una crisis financiera al dar claramente a entender que no intervendrá para salvar a Italia: « No estamos aquí –dijo Lagarde– para hacer que baje la prima de riesgo , hay otros instrumentos y otros actores para estos problemas».
Sus palabras cayeron como piedras en Italia. Lagarde vino a decir que no se debe mirar al BCE para que intervenga en la solución de esta crisis, porque no es su misión. Ahí está la gran diferencia, en las antípodas, con su antecesor Mario Draghi , quien en el ápice de la crisis del euro en el 2012, prometió hacer todo lo que fuera necesario para salvar al euro, con tres palabras que siempre se recordarán: « Whatever it takes ».
La declaración de Lagarde fue considerada «devastadora» por el presidente italiano. Mattarella se sintió obligado a difundir una declaración muy dura y explícita, llamando en causa a Lagarde, a la Unión Europea y en cierta forma a Alemania : «Italia está atravesando una difícil y su experiencia de lucha contra la difusión del coronavirus, que será probablemente útil para todos los países de la Unión Europea. Cabe esperar, por tanto, con buena razón y, por lo menos, en el común interés, iniciativas de solidaridad y no movimientos que puedan obstaculizar la acción».
La declaración se ha considerado de inusitada dureza, porque refleja la ira del presidente de la República, una persona siempre extremadamente cauta y equilibrada durante su larga carrera política. Mattarella se esforzó en que sus palabras no fueran leídas en clave antieuropea . Italia pensó, incluso, en reprobar a Lagarde, pero se consideró que podía haber tenido todavía peores consecuencias en los mercados.
Detrás está Alemania
Detrás de la metedura de pata de Lagarde en Italia se ve claramente el poder de Alemania, concretamente de Jens Weidmann, presidente del Deutsche Bundesbank , y su influencia decisiva en el Banco Central Europeo.
En realidad, Lagarde habría hablado por boca de una colega alemana. Las palabras de la presidenta del BCE no eran suyas. Ella pronunció una frase de Isabel Schnabel , la representante alemana en el comité Banco Central Europeo. Cuando Schnabel dijo esas mismas palabras pocos se percataron. Lagarde, sin darse cuenta de que sus declaraciones tienen un peso diverso por su cargo de presidenta, repitió la misma posición que la representante alemana en el BCE.
El «Corriere della Sera» extrae una conclusión: «El aspecto más relevante de la metedura de pata de Lagarde es que, desde ayer, ha comenzado a verse claro que los puntos de referencia de la francesa Lagarde son los alemanes , sobre todo de Jens Weidmann, presidente del Bundesbank».
En opinión del experto del diario italiano, «no es difícil ver cómo para Alemania –pero no solo– la profunda recesión que ha causado la epidemia, con el dispararse de la deuda pública que ya se prevé, puede convertirse en el momento en el que Italia deba pedir un rescate al resto de Europa».
La presidenta del BCE intentó luego rectificar, pero era tarde. Los mercados ignoraron sus palabras y las consideraron simplemente paños calientes , por lo que no surtieron efecto. Ahora el BCE tendrá que emplear no palabras sino mucho dinero para comprar títulos de Estado de los países que ayer más sufrieron las consecuencias de la metedura de pata de Lagarde: Italia, España y Portugal.
El profundo malestar de Italia contra Alemania no se refiere hoy solo al campo económico, sino también sanitario. Las autoridades italianas culpan a Alemania de inacción en la lucha contra el coronavirus. Así lo señaló a ABC , con cierta irritación, el profesor Gianni Rezza, un prestigioso científico e investigador italiano, director del Departamento de Epidemiología y Enfermedades Infecciosas del Instituto Superior de Sanidad (ISS), máximo exponente del comité científico que asesora al gobierno sobre las decisiones a adoptar en la lucha contra el Covid-19.
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