Portugal decreta el estado de alerta por el coronavirus
El Gobierno del país vecino pone a punto a las fuerzas de seguridad, pero desata la polémica porque cierra las escuelas y, al mismo tiempo, obliga a los profesores a ir cada día a su centro de trabajo
Coronavirus, la última hora en directo

Portugal ha decretado el estado de alerta en todo su territorio, incluidos los archipiélagos de Madeira y Azores . Con esta medida excepcional, el país vecino demuestra estar actuando antes que en España, y eso que no ha fallecido nadie por la enfermedad y el número de casos es mucho más bajo: 112 , de acuerdo con el último balance.
El estado de alerta significa que las fuerzas de seguridad están prestas a intervenir para intentar garantizar la seguridad de la población , pero en breve pueden venir iniciativas mayores, según avanzó la ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, «hay más opciones preparadas en caso de que la situación se agrave dramáticamente».
De esta forma, se refería a la eventual declaración de un estado de emergencia o de sitio, que exigirían la aprobación no solo del Gobierno sino del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa , autoaislado en su domicilio de Cascais pese a que dio negativo en el test del coronavirus.
La batería institucional de planes de actuación en Portugal incluye un paquete de 30 puntos, entre los cuales el más polémico es el que corresponde a la educación . En efecto, el Gobierno socialista de Antonio Costa ha anunciado el cierre de las escuelas, pero acto seguido exige a los profesores que se presenten cada día en su centro de trabajo porque « esto no son unas vacaciones «, según las palabras exactas pronunciadas por el ministro de Educación, Tiago Brandao.
De modo que la polémica se extiende de norte a sur con quejas como « ¿En qué quedamos? ¿Todos en casa? ¿O todos, menos los profesores? «. Frases de este tipo inundan las redes sociales, pues no se entiende cómo es posible tal requisito para los profesionales educativos en este contexto.
En cuanto a los padres que deban permanecer en casa cuidando de sus hijos, está previsto el pago del 66% de sus sueldos, lo que también está levantando controversia por insuficiente.
«La situación puede llegar a ser grave y duradera», ha declarado Marcelo Rebelo de Sousa. Unas palabras que han calado en la población portuguesa y está vaciando las calles de Lisboa en las horas nocturnas.
La seriedad del avance de la dolencia en España sirve a los portugueses como advertencia para intentar frenar las cifras de afectados . Y el hecho de que, por ahora, no se registren muertos por coronavirus constituye una llamada a la esperanza, como también el control al que están llegando las autoridades de China.
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