Portugal cierra ahora los institutos, universidades, escuelas y guarderías
El país vecino da un giro a la desesperada en su estrategia ante la escalada de casos en la franja de edad entre los 13 y los 17 años
Las cifras lo subrayan en Portugal: los jóvenes entre los 13 y los 17 años se han convertido en la franja de edad en la que más estragos causa la pandemia del coronavirus en esta tercera y virulenta ola. Hasta un 42% de los casos se inscribe en ese escalón de los ciudadanos. La consecuencia no es otra que el Gobierno socialista de Antonio Costa dando un giro en su estrategia de forma desesperada y, desde este viernes 22 de enero, se cierran todos los centros educativos de norte a sur… y en los archipiélagos de Madeira y Azores.
Esta medida drástica afecta, por tanto, a las universidades, los institutos, las escuelas y las guarderías, donde las clases se frenarán durante al menos 15 días. De nuevo, por tanto, aparece en el horizonte el tope de las dos semanas como periodo de validez de semejante restricción, pues es el máximo que permite la constitución lusa. Después puede prolongarse pormás tiempo , pero siempre que la Asamblea de la República apruebe esas eventuales prórrogas.
Y no, no van a sustituirse las lecciones por prácticas análogas a través de internet , sencillamente porque el parque de ordenadores en suelo portugués está muy lejos de ofrecer una igualdad de condiciones generalizada. Así las cosas, el Consejo de Ministros ha decretado que los chavales permanezcan en casa estos próximos 15 días, aunque puedan realizarse breves salidas, especialmente si son para correr.
El grupo de edad en el que se incide es justo el que afecta a los años del «estirón», cuando la rebeldía se abre paso en cada uno y más cuesta lograr que los adolescentes acaten las normas establecidas. Eso quiere decir que es ese «relajamiento» el que explica la «fiebre» de contagios entre los jóvenes: juegan, llevan mascarilla pero se la quitan, gritan… y ahí se producen las infecciones de amigo a amigo.
Por supuesto que la pandemia está fuera de control en toda la sociedad portuguesa, en general, pero ha sido determinante la acumulación en a estas edades apuntadas. Además, si los chavales caen víctimas del coronavirus , también se puede expandir a sus padres y hermanos, como de hecho sucede.
La conclusión es que Portugal vive sus días más negros desde el inicio de toda esta descomunal crisis sanitaria que asola Europa con gravedad desde el pasado mes de marzo.
Prohibición de celebrar bodas
Precisamente, el país vecino alcanzó este jueves 21 de enero su récord de muertes diarias por este motivo, con 221, y en las 24 horas previas se registraron 13.500 contagiados, la segunda mayor cantidad. Unos índices altísimos teniendo en cuenta que son 10 millones y medio de personas al otro lado de la frontera.
A todo esto se añade la determinación tomada por la Conferencia Episcopal portuguesa, que ha suspendido todas las misas a partir de este sábado 23. Ya estaba en vigor la prohibición de celebrar bodas, bautizos y confirmaciones, pero es que ahora se completa la paralización total de la actividad eclesiástica por precaución ante el agravamiento evidente.