Portugal abre los archivos de las diócesis para investigar los posibles abusos sexuales a menores
Los obispos lusos dan muestras de transparencia y colaboran con la comisión independiente creada para
analizar los casos que salgan a la luz
Los obispos colaborarán pero no participarán en la investigación de abusos del defensor del Pueblo
2.500 euros, el coste por reinsertarse en sociedad
La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) abre las puertas de la transparencia y anuncia desde Fátima la apertura de los archivos de las diócesis a la comisión independiente creada para investigar los presuntos abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia.
Es una decisión importante para que las pesquisas tengan éxito y no dejen lugar a dudas en sus conclusiones, además de un golpe de efecto inundado de credibilidad. El grupo de trabajo, coordinado por el psiquiatra Pedro Strecht, ya está en marcha y, de hecho, sus componentes se reunieron en la emblemática sede religiosa presidida por un impresionante santuario, 130 kilómetros al norte de Lisboa y a 200 de Oporto en dirección sur. Un encuentro del que salió el nombramiento del historiador Francisco Azevedo (de la Universidad do Minho, en Braga) para encabezar un equipo de archiveros y de otros historiadores con el fin de analizar los documentos de forma exhaustiva.
La CEP ha emitido un comunicado al respecto que resume la actitud con la que toma parte en el esclarecimiento de los casos que salgan a la luz. «En cuanto al estudio de los archivos históricos, la Conferencia Episcopal Portuguesa y la Conferencia de Institutos Religiosos de Portugal reiteran su interés en colaborar con la Comisión Independiente y el equipo designado, respetando el Derecho Civil, el Derecho Canónico y el Reglamento General de Protección de Datos», aseguran los obispos.
Las investigaciones acerca de los supuestos abusos sexuales a niños y adolescentes echaron a andar a mediados de enero, por lo que han superado ampliamente los tres meses de trabajo. Hasta la fecha, se han recibido 315 denuncias.
Pedro Strecht ha declarado que « más de la mitad de los casos revelan un número posible, o altamente probable, de una cantidad mayor de víctimas» y matizó: «Todos los supuestos están siendo valorados en su conjunto para que puedan ser convenientemente analizados».
El coordinador pidió en Fátima que la CEP se implique más en la divulgación para que así el eco llegue a más gente y, por consiguiente, haya un flujo superior de denuncias.
Predominan los hombres en el listado de presuntos abusos cometidos, aunque las mujeres acumulan una seria experiencia en este sentido. ¿Y las víctimas? Pues oscilan entre los 2 y los 17 años .
Los trabajos se prolongarán durante los meses que restan de este 2022 y solo al final del año llegará el informe definitivo , de acuerdo con las previsiones iniciales. Se considerará con especial atención el número de mensajes intimidatorios que entran en juego, si hubo episodios de penetración y otras escabrosas circunstancias que pueden integrar el informe.
La juez jubilada Ana Nunes de Almeida interviene como asesora jurídica y avanzó que viene un significativo periodo por delante con tal de desarrollar las pesquisas, iniciadas una vez contrastadas las quejas realizadas a través de una línea telefónica especial, una página de internet y una dirección de correo electrónico: de manera anónima en todos los casos, de acuerdo con las garantías ofrecidas por las instituciones religiosas, que se han mostrado a favor de no demorar más estos planes aclaratorios.
Algunos de los afectados no viven ya en territorio portugués, pues los hay que residen en Estados Unidos, Canadá, Francia, Suiza, Luxemburgo o Reino Unido. El proceso se ha simplificado con el fin de agilizarlo en la práctica. Por esa misma razón, puede rellenarse un formulario en la web darvozaosilencio.org (‘dar voz al silencio’) para detallar el contexto que la persona en cuestión recuerda sobre lo acontecido en el supuesto de que pudiera ser un afectado.
Acorta los plazos
Las otras dos opciones de denuncia son enviar un correo electrónico a geral@darvozaosilencio.org y llamar por teléfono al (00 351) 91 711 00 00 , especialmente habilitado para la ocasión. Incluso se prevé una posibilidad adicional para que el flujo de denuncias no se detenga: concertar una cita en persona con la idea de contar todo a un miembro de la comisión.
También se tendrán en cuenta los documentos periodísticos que incidan en esta materia, que se aborda con valentía basándose en esta iniciativa. Ante una tarea tan poliédrica, la Conferencia Episcopal Portuguesa acorta los plazos en aras de concretar los hechos que salgan a la luz. Con posterioridad, la Iglesia de Portugal no tendrá la capacidad ejecutiva, pero trabajará en estrecha colaboración con la Fiscalía pública.
La comisión establece que, lo más tardar la próxima Navidad, estará terminado el proceso múltiple de recogida de testimonios.
El coordinador Pedro Strecht no deja resquicio a la sombra de posibles dudas en el camino a recorrer: «La comisión ha nacido con vocación de estar al lado de la gente y para estar totalmente dispuesta a escucharla». A su juicio, la principal meta de las investigaciones en curso es «lograr la reparación de la dignidad todas y cada una de las víctimas». Se incluyen los «adultos vulnerables», en clara referencia a los jóvenes que presentan algún tipo de discapacidad.
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