La policía británica admite que las personas ebrias son incapaces de mantener la distancia social

En el primer fin de semana con los bares abiertos hubo detenciones, peleas, macrobotellones e invasión de la calzada

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Agentes abriendo el paso a los vehículos, en una calle del Soho, abarrotada de jóvenes el sábado AFP

Ivannia Salazar

Más de 44.000 personas han muerto por causa del Covid-19 en Reino Unido, aunque para muchos parece que no ha pasado nada. Miles de personas llenaron el fin de semana no solo los pubs y restaurantes de Inglaterra, sino también sus calles. El « súper sábado» era un día muy esperado tanto por la población como por el sector empresarial, ya que abrieron por primera vez los negocios de restauración, hostelería, y otros como peluquerías, tras más de tres meses cerrados debido a la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, los resultados fueron agridulces. La alegría por la apertura y las ganas de salir a tomar algo y disfrutar un poco de la «vieja normalidad» dieron pie a grandes aglomeraciones y las normas de distanciamiento social brillaron por su ausencia , sobre todo en horas de la noche y la madrugada, cuando el consumo de alcohol hizo también su parte.

Así lo muestran vídeos hechos públicos en las redes sociales tomados en diferentes zonas del país, como el Soho de Londres o Southampton. En esta ciudad acabó su turno el sábado John Apter, presidente de la Federación de policías de Inglaterra y Gales, quien expresó en un post de Twitter sus impresiones: «Un turno muy ajetreado, en el que tuvimos que lidiar con comportamientos antisociales, hombres desnudos, borrachos contentos, enfadados, peleas… Lo que quedó claro como el agua es que los borrachos no pueden, y no van a mantener, la distancia social ».

Gente en el suelo, tras bailar en plena calle AFP

En zonas como Nottinghamshire y Essex , algunas personas acabaron detenidas, mientras que en otras, los dueños de los pubs decidieron cerrar sus puertas voluntariamente debido a la incapacidad de gestionar el comportamiento de la gente alcoholizada. Pero esto no fue todo. La Policía tuvo que acudir a lugares como parques y aparcamientos, sobre todo en el noreste de Londres, a cancelar y dispersar macro fiestas ilegales en las que participaron centenares de personas, a las que poco parecía importarles el riesgo de una segunda oleada del brote, y en Liverpool, los fanáticos del fútbol se congregaro n sin ningún tipo de medidas de seguridad para ver un partido.

El ministro de Salud se muestra «satisfecho»

A pesar las caóticas escenas, el ministro de Salud, Matt Hancock, declaró en la cadena Sky News: «En gran medida, la gente ha actuado de manera responsable» y agregó: «En general, estoy satisfecho con lo que sucedió ayer. Fue realmente positivo ver a la gente fuera y, en gran medida, ver e l distanciamiento social ». Pero los agentes que patrullan las calles no piensan lo mismo: «Acabo de llegar a casa después de un largo turno lleno de peleas en los pubs, violencia doméstica y tontos borrachos drogados», dijo en su Twitter el sargento de policía Richard Cooke, y pronosticó que una segunda ola de contagios no tardará en llegar si la población continúa actuando de esta forma.

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