Polémico ataque verbal de un ministro portugués a los médicos británicos
Manuel Heitor criticó que la medicina general del Reino Unido «exige menos» a los profesionales sanitarios para ejercer y ellos responden: «Es muy grave»
El ministro socialista portugués de Ciencia, Tecnología y Enseñanza Superior, Manuel Heitor , ha desatado una fuerte polémica después de arremeter contra los médicos de familia del Reino Unido. De acuerdo con sus palabras, estos profesionales han de ver garantizada una formación similar a sus colegas especialistas, algo que, dice, no sucede en suelo británico porque «tienen un nivel de formación menos exigente».
Semejante ataque verbal ha sentado fatal en el NHS (National Health System, es decir, el sistema nacional de salud del país del Brexit), donde trabajan numerosos enfermeros portugueses. Tanto es así que la Asociación de Médicos del Reino Unido no se ha mordido la lengua: «Es completamente incorrecto distinguir entre la exigencia de formación de las distintas especialidades médicas. Y es muy grave que diga eso el ministro portugués». A su juicio, las declaraciones representan «un intento de desprestigiar a los médicos de familia británicos, que trabajan en los hospitales y clínicas de todo el país».
Heitor admitió que no resulta necesaria la misma formación que en oncología o en enfermedades mentales, y en ese contexto apuntó susdardos al Reino Unido porque manifestó que allí el índice de exigencia es menor que en todas las especialidades médicas, en general.
«La medicina familiar es un terreno altamente especializado y, por tanto, le pedimos al señor ministro de Portugal que rectifique sus palabras y recule en cuanto a cualquier insinuación como la que ha hecho», aseguró un portavoz de la BMA, 'British Medical Association'.
Hasta dentro del territorio luso ha prendido la llama de la controversia, y así la Asociación Portuguesa de Medicina General y Familiar (APMGMF) ha alzado su voz en contra del ministro socialista: «Sus palabras solo puedencalificarse de irrespetuosas incluso para los médicos de familia portugueses».
Y añaden: «La medicina general debe ser respetada como la especialidad autónoma que es, con aptitudes y conocimientos propios, con un abordaje que no la convierte en menos compleja o exigente que cualquier otra especialidad médica, más bien al contrario».
Como conclusión, la APMGMF explica: «Rechazamos por completo la idea de que la medicina general no necesita una formación tan exigente como las otras especialidades, tal cual alega el ministro Manuel Heitor».
No es la primera vez que los profesionales del sector sanitario al otro lado de la frontera se enzarzan en una polémica algo subida de tono con el Gobierno de Antonio Costa. Y es que, hace exactamente un año, los médicos lusos se levantaron en pie de guerra contra el primer ministro, después de divulgarse un vídeo de solo siete segundos en el que el mandatario socialista llamaba ‘cobardes’ a los cuidadores encargados de las personas mayores de una residencia en el Alentejo a causa de un brote de coronavirus que mató a 18 hombres y mujeres de avanzada edad.
¿Por qué una acusación tan agria? Por su supuesta incapacidad para haber contenido la embestida de la pandemia. Unas palabras intolerables para el Colegio de Médicos, que salió en defensa de la labor efectuada por sus asociados no siempre en las mejores condiciones posibles.
De hecho, los doctores habían criticado precisamente la precariedad con la que se trabajaba en el edificio situado en Reguengos de Monsaraz, una localidad que dista 60 kilómetros de la frontera con la provincia de Badajoz.
Héroes cotidianos en plena emergencia
Como ahora, los interrogantes no tardaron en salir a la luz: ¿Cómo es posible que, ya sea en un contexto público o privado, el primer ministro se refiriese en esos términos a los médicos? ¿Es que no se daba cuenta de que su lucha diaria hacía de ellos unos héroes cotidianos en medio de la crisis sanitaria ? ¿Tampoco era consciente de que, si no fuera por ellos, la cifra de muertos por la nueva enfermedad sería mucho mayor?
Hoy los términos apuntan en otra dirección: «¿Cómo es posible que Manuel Heitor valore de esta forma el trabajo de los médicos de cabecera, [según la terminología española]?».
No solo el colectivo de médicos, también los ciudadanos se han indignado a cuenta de estas declaraciones, consideradas no solo fuera de lugar, sino especialmente impropias de un ministro al que se le presupone una mesura política que, en este caso, brilla por su ausencia.
Si el año pasado la dirección del Colegio de Médicos enfatizó: «Las afirmaciones de Antonio Costa traducen un estado de espíritu ofensivo para los médicos y un sentimiento negativo hacia toda una clase profesional, hoy se ha evidenciado su total solidaridad con el colectivo británico. Una postura que va más allá del corporativismo porque las palabras podrían quizá desembocar en una crisis incluso diplomática entre Lisboa y Londres.
Además, los médicos portugueses demuestran estar cada vez más hartos de un organigrama que mejor haría en centrarse en los problemas reales de los pacientes del maltrecho sistema nacional de salud de Portugal , sin apenas inversiones en los últimos años de esta segunda legislatura consecutiva del Gobierno socialista.