Polémica en Portugal porque un cura no interrumpió la misa pese a que un hombre se sintió mal y murió

«Fue la mejor decisión», dice el arcipreste de Esposende, cerca de Oporto, incluso aunque los servicios de Emergencias se emplearon durante más de media hora en la iglesia

La Iglesia Matriz de Esposende, a 50 kilómetros de Oporto GOOGLE MAPS
Francisco Chacón

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Una insólita situación aconteció en la Iglesia Matriz de Esposende , a 50 kilómetros de Oporto, el sábado 22 de noviembre y desconcertó a los fieles que asistían a la misa de las 19.15 horas (20.15 en España). Y es que un hombre de 68 años, llamado Manuel Losa, comenzó a sentirse mal mientras se desarrollaba la ceremonia , por lo que se requirió la presencia de los servicios municipales de Emergencias.

Los efectivos se personaron inmediatamente y, durante más de media hora, trataron en vano de reanimar a la persona en cuestión, que acabó falleciendo. Pues bien, resulta que el sacerdote no interrumpió la misa en ningún momento , ni siquiera cuando vio que los vecinos miraban para atrás con el fin de interesarse por lo que estaba pasando.

Delfim Fernandes ejerce no solo como cura de esa parroquia , sino que es el arcipreste de Esposende, y en consecuencia las críticas de los ciudadanos aumentan porque esperaban otra mesura por su parte. No entienden cómo es posible que prosiguiera como si nada hubiera sucedido y algunos hasta le increparon a la salida.

El sacerdote, sin embargo, se reafirma en su postura, como demuestran las palabras que pronunció con posterioridad ante la insistencia de las quejas y la llegada de varios medios de comunicación locales: «No interrumpir la ceremonia fue la mejor decisión. Pedí a la gente que mantuviera la calma, que uno de nuestros hermanos estaba sufriendo al fondo de la iglesia, pues le había dado un ataque o algo, pero que estaba siendo atendido».

Y añadió el padre Fernandes: «Les pedí que no se alterasen, que continuábamos con la ceremonia, rezando para que el hombre no sufriera tanto».

De acuerdo con su justificación: «La eucaristía no debe interrumpirse. La vida es esto: es celebrar una eucaristía , es celebrar la vida, es celebrar nuestra fe. Proseguí porque ya se le estaba prestando la ayuda necesaria. Por eso, reitero que continuar fue la mejor decisión».

Con todo, las gentes del lugar no terminaron de quedar satisfechas con las explicaciones del responsable de la parroquia y no tardaron en recurrir a desahogarse en las redes sociales para expresar su parecer al respecto.

Se da la circunstancia de que una mujer médico y una enfermera se hallaban en misa en esos momentos. Ambas se sumaron al intento de reanimación de Manuel Losa, pero su contribución resultó infructuosa, desafortunadamente.

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