Polémica en Italia por una propuesta para subir los impuestos a la bollería, bebidas azucaradas y billetes de avión
Con el nuevo gravamen, que ha suscitado una enorme polémica y batalla de los grupos de presión, el ministro de Educación se propone «financiar la escuela y estilos de vida sanos, evitando muchas enfermedades endocrino-metabólicas»
![El ministro de Educación italiano quiere subir los impuestos al azúcar](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2019/09/27/refresco-kcwC--1248x698@abc.jpg)
El nuevo ministro de Educación, Universidad y de la Investigación, Lorenzo Fioramonti , se ha convertido enemigo público numero uno del sector alimentario de bollería industrial, bebidas con azúcar y el sector aéreo . El ministro les quiere poner un miniimpuesto. El lo llama «tasa inteligente». Romano, de 42 años, con máxima calificación en su licenciatura de Historia Económica y Política, el ministro del Movimiento 5 Estrellas ha planteado una batalla política en toda regla para obtener fondos con pequeños impuestos a los tres sectores citados, con el objetivo de destinar más dinero a la escuela y a la universidad , dos mundos a los que el programa de la nueva coalición de gobierno promete explícitamente dar mayores recursos económicos. Lorenzo Fioramonti lo considera fundamental para el desarrollo económico y el futuro del país. Hay que tener en cuenta que Italia ocupa uno de los últimos lugares en Europa por su calidad de instrucción, especialmente en el sur donde un alto porcentaje de adolescentes tiene una pobre comprensión de los textos que leen. Después de España, Rumania y Malta, Italia es el cuarto país con el mayor número de adolescentes que abandonan prematuramente los estudios .
Amenaza con la dimisión
El nuevo ministro de Educación, con una brillante carrera universitaria y experiencia como investigador y profesor tanto en Italia como en el extranjero, considera que con un miniimpuesto –por ejemplo, estima suficiente un euro en el billete de avión, para ayudar al medio ambiente - sería posible recaudar 2.500 millones de euros. Todos sus antecesores han pedido siempre más financiación para su ministerio, pero él se lo ha tomado especialmente en serio: Ha prometido que presentará su dimisión si el nuevo gobierno no le da mil millones de euros, cantidad a destinar solo para la universidad, indicando como fuente las minitasas al transporte aéreo y productos con azúcar como bebidas y «merendine» —bollería—. Considera el ministro que se ayudaría también a lograr una alimentación más sana, al reducir el consumo de bollería y bebidas con azúcar. «Si antes de Navidad no se encuentran mil millones de euros para la universidad», presento la dimisión, declaró el ministro al «Corriere della Sera». En esa entrevista al principal diario italiano dejó claro que piensa matar dos paros de un tiro con ese miniimpuesto: «Financiar la escuela y estilos de vida sanos». Por ejemplo, el ministro dice que «las bebidas favorecen enfermedades endocrino-metabólicas como la diabetes».
Denuncia a Coca Cola y grupos de presión
Inmediatamente después de que el ministro lanzara su propuesta de aumentar la fiscalidad, ha surgido la oposición de los sectores afectados, mientras en las redes sociales se han llenado de mensajes irónicos . Teniendo en cuenta la gran evasión fiscal de este país –supera ampliamente losa cien mil millones de euros al año- , uno escribe en Facebook: «¿Quieren tasar las ‘merendinas’? No importa: Las mías las he llevado ya a Liechtenstein».
De momento, Lorenzo Fioramonti con su propuesta se ha convertido en uno de los ministros más populares del nuevo gobierno y seguramente también en el más «peligroso», según algunos medios, porque nada más sentarse en el sillón de ministros se ha propuesto subir los impuestos. Él se sorprende de los ataques que está recibiendo y le extraña que los productores de bollería, que «facturan miles de millones al año», protesten por un nuevo impuesto. Lorenzo Fioramenti ha denunciado una campaña contra él orquestada, según su opinión, por los grupos de presión y productores, citando en particular a la Coca Cola. Así lo ha referido el propio ministro en una entrevista al «Post Internazionale»: «Quisiera recordar a todos los improvisados grupos de presión de Coca Cola company, que las bebidas azucaradas y con gas contribuyen de manera decisiva a la difusión de muchas enfermedades endocrino-metabólicas, a partir de la diabetes», afirma el ministro, precisando a continuación: «Yo digo, informando al gran público, que una bebida que contiene 7 cucharillas de azúcar en una confección es una bomba calórica. Si luego hacen una Mecca Cola Light, bienvenida sea».
Críticas de los consumidores
También los consumidores han criticado duramente la propuesta del ministro Fioramonti. La asociación de consumidores Codacons afirma en una nota que el gravamen sobre la bollería industrial y los refrescos carbonatados provocará a las familias «un gasto de 58 euros más por año» y su «efecto disuasorio en el consumo sería mínimo, de un 10 %». Asegura también que «no tendría un efecto real en la salud». El presidente de Codacons, Carlo Rienzi, ha calificado la medida de «hipócrita» porque «solo sirve para ganar dinero a costa de los consumidores» y perjudicará al sector alimentario, «especialmente a las pequeñas y medianas empresas». En cuanto a los billetes de avión, Codacons rechaza que los viajeros deban pagar más, cuando en Italia «ya se aplican una serie de gravámenes aeroportuarios, de seguridad, municipales y comisiones, que en muchos casos elevan el precio del billete en un 40 %».
Aparte de los ataque de grupos de presión que denuncia el ministro, su propuesta tampoco ha sido recibida por ahora con entusiasmo en el gobierno. El primer ministro, Giuseppe Conte, semuestra cauto y afirma que no hay nada decidido, mientras el jefe político del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, actualmente ministro de Asuntos Exteriores, descarta la minitasa: «Tenemos como objetivo —ha dicho Di Maio— bajar los impuestos, no aumentarlos».