Polémica en Alemania porque un tribunal ha declarado el circo como hábitat natural de un mono

Una asociación defensora de los derechos de los animales había denunciado el caso, exigiendo que fuera trasladado a un centro especial con otros ejemplares de su especie

Foto de archivo de una cría de mono ardilla común EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El chimpancé se llama Robby y es considerado como el último simio en cautividad en un circo alemán. Una asociación defensora de los derechos de los animales había denunciado su caso, exigiendo que fuera trasladado a un centro especial con otros ejemplares de su especie, pero finalmente Robby podrá permanecer con sus propietarios gracias a que el Tribunal Administrativo Superior de Baja Sajonia ha sentenciado que el circo es en realidad du hábitat natural. «Robby no conoce a ningún mono, sino sólo a nosotros, los humanos que lo criamos y que lo hemos cuidado durante toda su vida. Nosotros somos sus congéneres para él", ha declarado Klaus

Köhler, director del circo «Belly», «en una instalación con otros simios, Robby estaría completamente desorientado, abrumado y seguramente moriría».

Durante el juicio, muy seguido por la opinión pública alemana, los expertos no se ponían del todo de acuerdo. El chimpancé nació en un zoológico y fue separado a una edad muy temprana de los otros ejemplares de su especie. Después de más de 40 años en el circo, el Tribunal Administrativo de Luneburgo había dictaminado en abril del año pasado que debía ser trasladado a una institución especializada debido a ciertos trastornos de conducta, después de que las autoridades hubieran procedido a retirárselo al circo unos meses antes. Varios veterinarios habían determinado que esos comportamientos estaban relacionados a que Robby, que a sus 47 años goza de una buena condición física, no se relacionaba con otros simios. Según el dictamen de algunos de los expertos, incluso después de todos estos años un cambio de hábitos podría tener éxito si era trasladado a un centro zoológico.

«Es un crimen mantener a un animal aislado de su especie. Debería estar prohibido que los circos utilicen animales para sus espectáculos y es una vergüenza que esto se permita en Alemania», protestaba Leya, una joven que acudió a la puerta del juzgado con una pancarta en la que se podía leer «¡liberad a Robby!». «Me alegro mucho de que Robby pueda quedarse con su propia familia. Si yo tuviese un mono criado desde bebé y tratasen de arrebatármelo de esta manera también haría lo posible por conservarlo y felicito a Köhler por esta victoria, después de tantos esfuerzos», declaraba a su vez a los medios locales otra manifestante, ésta a favor de la permanencia de Robby en el circo.

Termina así un proceso que comenzó con la decisión de las autoridades locales de Celle, en Baja Sajonia, de retirar el chimpancé de manos de sus dueños en el otoño de 2015. El director del circo recurrió la decisión, que ha ido superando distintas instancias hasta esta sentencia, que ya no se podrá recurrir, y tras un proceso que ha convertido a Robby en un animal extraordinariamente popular en la región. «Robby debe pasar su vejez entre las personas que ha conocido durante toda su vida y en unas condiciones que le permitan tranquilidad, como las que sus dueños han demostrado proporcionarle desde hace muchos años», dice la sentencia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación