La población alemana busca la inmunidad por contagio y abandona la vacunación

Con 100.000 contagios diarios, los expertos advierten de que los no vacunados no estarán protegidos frente a próximas variantes

Un ciudadano alemán se vacuna frente al Covid en Berlín Reuters / Vídeo: La Agencia Europea del Medicamento no ve necesaria una cuarta dosis generalizada - Atlas

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El Instituto Robert Koch registra por primera vez un dato de contagios en Alemania superior a los 100.000 casos en las últimas 24 horas , sin que ello parezca afectar a la ocupación en las unidades de cuidados intensivos. «Actualmente, todavía no podemos identificar la ola Ómicron en las unidades de cuidados intensivos», reconoce el presidente de la Asociación Interdisciplinaria Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Emergencia (Divi), Gernot Marx, que no espera que el número de pacientes UCI vuelva a aumentar rápidamente. Mientras que con la variante Delta alrededor de uno de cada cinco pacientes con coronavirus que llegaban a un hospital requería atención médica intensiva , en plena ola Ómicron solo la necesita uno de cada diez.

Los infectados, según la estadística, son principalmente personas jóvenes con muchos contactos, un grupo de edad en el que el riesgo de curso severo es mucho menor. «Estamos viendo una propagación de Omicron en los grupos de edad más jóvenes, en los que los síntomas son más leves, y aún no en los mayores de 60 años», confirma el jefe del Centro Pulmonar de Colonia y director científico de Divi, Christian Karagiannidis, que reconoce que, a este ritmo de infecciones diarias, pronto nos habremos inmunizado casi todos.

¿Mejor contagiarse?

La mayoría de los expertos, incluida la OMS, parecen estar de acuerdo en que «tarde o temprano, todos nos infectaremos con Sars-CoV-2», según explica Hajo Zeeb, del Instituto Leibniz para la Investigación de Prevención y Epidemiología en Bremen. Zeeb espera que, dependiendo del nivel de inmunidad de la población, la inmunidad colectiva podría darse a mediados de año, igual que el virólogo jefe de la Charité de Berlín, Christian Drosten. «Sí, tenemos que entrar en este canal, no hay alternativa», dijo en una entrevista publicada el domingo, en la que sugirió que ve a Omicron como una «oportunidad» para salir del modo de crisis . La idea original de que el Sars-CoV-2 puede y debe mantenerse completamente bajo control no es ya factible y muchos alemanes jóvenes y sanos han llegado a la conclusión de que es mejor contagiarse ahora que los síntomas de la variante dominante son menores incluso que los que ocasiona la vacuna.

«El día a día se ha vuelto demasiado complicado. Para asistir a la mayoría de eventos que exige mi trabajo, no solo tengo que estar vacunado y haber recibido la dosis de refuerzo, sino que además debo presentar un test negativo realizado ese mismo día, así que infectarme ha sido lo mejor que me podía pasar », explica Klaus, un periodista de 44 años que trabaja en Berlín y que ha pasado a la valorada categoría de «Genesen», curado de Sars-CoV-2 y por tanto inmunizado. «Lo hemos pasado todos en casa y por eso estamos haciendo vida medio normal. El peor de los síntomas es la burocracia necesaria para obtener el certificado de que ya te has contagiado, por lo demás ha sido llevadero», relata su experiencia.

Inmunidad natural+vacunación

«La inmunidad básica de la población es crucial, ya sea a través de la vacunación o de una infección sobrevivida», dice Zeeb, que señala esta alta tasa de contagios entre la población joven alemana como la principal diferencia en el desarrollo de la ola Ómicron en España. «España tiene una tasa de vacunación de más del 80%, Alemania ronda el 73%, eso significa que España está más cerca de la situación endémica», anota el bioinformático de Greifswald Lars Kaderali, que forma parte del Consejo de Expertos del Gobierno Federal. Según Kaderali, aproximadamente el 90% de la población española porta ya anticuerpos , una situación de la que Alemania está todavía muy lejos pero con la que podría acortar distancia con la actual tasa de contagios, no a través de la vacuna sino a través de la infección.

El nuevo ministro alemán de Sanidad, Karl Lauterbach, prevé que la incidencia siga creciendo todavía unas semanas y que la actual ola no alcance su pico hasta mediados de febrero. «En las próximas dos o tres semanas seguirá subiendo la incidencia y muchas personas obtendrán una inmunidad natural debido al contagio severo , que sería plantada encima de la inmunización a través de las vacunas», predice el virólogo Klaus Stöhr, «ambos factores juntos conducirán a una protección inmunológica duradera y los refuerzos podrían volverse pronto obsoletos para la mayoría de las personas».

Restricciones proporcionales

«Cuantas más personas estén inmunizadas por vacunas o infecciones, menos probable es que el sistema de salud se sobrecargue», dice por su parte el virólogo Jonas Schmidt-Chanasit. «Ómicron no es Delta», ha justificado el presidente de Baviera, Markus Söder, «eso significa que tenemos que ajustar exactamente qué restricciones son absolutamente necesarias y proporcionadas porque Ómicron cambia las reglas del juego».

El ministro Lauterbach advierte, sin embargo, sobre el peligro de lanzarse al contagio como forma de inmunidad: «La persona no vacunada que ahora contrae una infección por Ómicron tendrá poca p rotección contra otras variantes que llegarán en el otoño ».

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