Pintar nos hace más felices

Un equipo de científicas de la Universidad de Santiago de Compostela demuestra que la acción de pintar reduce significativamente el estrés

Direfentes asociaciones que trabajan con gente con discapacidad se unen en la plaza de Colón para pintar un mural MAYA BALANYÀ

ABC

Pintar hace más feliz al consumidor. Es la conclusión final de un estudio desarrollado por un equipo de científicas de la Universidad de Santiago tras analizar datos sensoriales a través del uso de diferentes tecnologías. El estudio concluye que pintar es una actividad antiestrés que sirve como método para relajarse y satisface al consumidor tras ver un espacio renovado.

Este estudio, desarrollado por las investigadoras Maruxa García Quiroga, doctora en análisis sensorial de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y CEO del laboratorio de análisis sensorial TasteLab; y Mª Ángeles Romero Rodríguez , profesora de la USC y experta en análisis sensorial, ha evidenciado que la acción de pintar es satisfactoria para el consumidor.

Para extraer estas conclusiones, la investigación analizó la actividad cerebral de un grupo de personas en determinados estados, mientras realizaban diversas actividades concretas, así como la propia acción de pintar. De esta forma, se evaluó en tiempo real la reacción del cerebro ante diferentes estímulos. Para realizar esta valoración, se utilizó como herramienta metodológica una diadema de electroencefalograma EEG que midió seis parámetros cognitivos: compromiso, excitación, estrés, atención y relajación. La medida de las emociones se evaluó en tres estados diferentes: pre-pintado, pintado y post-pintado.

La diadema de electroencefalograma EEG evalúa diferentes parámetros cognitivos, utilizando una situación previa como control. Estas detecciones se han desarrollado en base a estudios experimentales rigurosos para cada estado, donde varios grupos de sujetos fueron evaluados a través de experiencias para obtener diferentes niveles del estado deseado. Estos, se conectaron con medidas biométricas adicionales (frecuencia cardíaca, respiración, presión arterial, flujo de volumen sanguíneo, impedancia de la piel, seguimiento ocular…) observadas y registradas, lo que convierte a este método en una herramienta válida para analizar datos sensoriales.

Tras realizar la evaluación, García Quiroga concluye que, «después de pintar y ver el trabajo realizado, se puede evidenciar científicamente que el estrés se reduce significativamente y, efectivamente, el consumidor es más feliz». El experimento concluye que, frente a las consideraciones previas conscientes del consumidor, pintar es una actividad antiestrés que sirve como método para relajarse.

La iniciativa de este estudio surge tras la publicación de un informe elaborado por Kantar Millward Brown para la Asociación Española de Fabricantes de Pinturas y Tintas de Imprimir (Asefapi) que constató que los consumidores españoles consideran que la labor de pintar es «un incordio» porque conlleva preocupaciones, estrés y ansiedad, tanto por su dimensión física («mucho trabajo», «esfuerzo extra», «cansancio»...) como por su dimensión psicológica («es un desorden», «una verdadera revolución»…).

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación