Personas realojadas, aldeas sin luz y vuelos interrumpidos: el rastro del huracán Lorenzo en las Azores
Los servicios públicos permanecen cerrados y la alerta roja se mantiene hasta el jueves 3 de octubre
Las consecuencias del huracán Lorenzo en el archipiélago portugués de las Azores son menores de lo que se temía , pero se mantiene la alerta roja (vigente también para el Ejército) y 1.000 operarios trabajan sobre el terreno al menos hasta la madrugada del 3 al 4 de octubre.
«Lo peor ya ha pasado», según el primer ministro, Antonio Costa, muy pendiente del posible rastro de destrucción en plena campaña electoral . Se refería así a la franja entre las 6 y las 9 de la mañana (dos horas menos que en España) de este miércoles día 2.
Al menos siete de las nueve islas padecieron los efectos : unas 40 personas realojadas, 75 carreteras cortadas, numerosos daños en viviendas, aldeas sin energía eléctrica… Y todo a causa de unos vientos de 170 kilómetros por hora en las islas de Corvo y de las Flores, precisamente las más alejadas porque constituyen el enclave más occidental de Europa.
Hacía 93 años que no se registraba el paso de un huracán con tanta fuerza en las Azores , aunque la gente siguió las indicaciones de Protección Civil y así se mitigaron las consecuencias.
Además, la mayor parte de los servicios públicos (los no urgentes) han permanecido cerrados. Con todo, se amplía la alarma y los puertos están clausurados temporalmente , aunque aun así se ha destruido parte del muelle del Puerto de Laje das Flores.
Los vuelos entre las nueve islas están interrumpidos y las conexiones con Lisboa sufren grandes retrasos, como también el tráfico aéreo hacia la ciudad norteamericana de Boston, a solo tres horas de Ponta Delgada, una de las tres capitales del archipiélago junto a Horta y Angra do Heroísmo.
Los vientos intensos y la agitación marítima constituyen la mayor preocupación de cara a las próximas horas, al tiempo que las incidencias que acontecen en las Azores marcan la apertura de los informativos en las televisiones.
Y es que las imágenes del Océano Atlántico embravecido sobrecogen a los ciudadanos , mientras el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera certifica que los efectos van menguando y las telecomunicaciones mejoran poco a poco.
Por si acaso, se prolongó 24 horas más el cierre de las escuelas , jardines de infancia, centros de actividades ocupacionales y centros de día, por lo menos en los grupos occidental y central de las Azores.
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