Mi perro no quiere caminar, ¿le pasa algo doctor?

No quiere caminar, renuncia al ejercicio, se para y se obstina en no seguir. Lo hace frenando en seco, ante las súplicas e impaciencias de su propietario, que ve truncado el deseado paseo. ¿Puede estar sucediendo algo? Como decimos siempre: lo mejor consultar con el veterinario

ABC

CARMEN ANIORTE

No siempre es así, tan exagerado. La mayoría de las veces, a su fiel compañero le sigue encantado en el trayecto, independientemente de la longitud del mismo e incluso a veces no les parece suficiente el periplo y les encantaría estar todo el santo día dando vueltas y socializando... pero como asegura el doctor Javier Álvarez de la Villa «puede ser motivo de consulta veterinaria no solo la renuncia al ejercicio, como también que su mascota se desplace notoriamente más despacio, como sin energía, como si no pudiera». Ya que son numerosos los motivos que generan estos cambios . Con frecuencia se encontraran perros obeso s, otros con problemas cardíacos, con alteraciones pulmonares, entrañables vejetes, con alteraciones articulares, con problemas hormonales, con alteraciones sistémicas o con afecciones neuro musculares.

Perros gorditos

Comenzamos por la obesidad, frecuente, insidiosa y todo un reto pues no es tarea sencilla volver al estado corporal idóneo. «Como es evidente, el exceso de peso genera sobrecarga articular», comenta el doctor Javier Álvarez de la Villa y para ello nuestro veterinario consultado pone un sencillo ejemplo: « Usted solo tiene que coger, 6 litros de leche y cargárselos a la espalda y se dará cuenta». En los perros son los miembros anteriores, y más en concreto, los codos y carpos (las muñecas) los que más carga o estrés soportan. No obstante, la cadera y en concreto la articulación coxofemoral sufre asimismo el exceso de peso.

Aparecen alteraciones como la hiperlaxitud del carpo, es decir, que se comban las patas y sobre todo se agravan las artrosis preexistentes. En este último sentido decir, por poner un ejemplo, que un perro con displasia, que en muchas ocasiones pasaría desapercibida permaneciendo oculta, pero saldrá ahora a la luz en el perro con sobrepeso.

Se desprende entonces que es imprescindible un adecuado control del estado corporal y peso en animales con alteraciones articulares congénitas como la, por desgracia, famosa displasia de codo y cadera. Cuando acudimos con el problema al veterinario este realiza una exploración de su animal de compañía informándole del porcentaje de sobrepeso y de las articulaciones más afectadas así como las soluciones para llegar al estado óptimo. En el peso adecuado, podremos contar las costillas al palparlas con nuestro dedo índice, aunque nunca serán adivinadas a simple vista, pues entonces estaríamos en el problema contrario, de exceso de delgadez. Visto desde arriba nuestro compañero tendrá forma de «reloj de arena», es decir, tendrá cintura.

En la báscula, la medida que anotaremos periódicamente en su tabla de control, arrojarán valores más coherentes con la raza y similares a los que tenía cuando estaba en forma. Pero muchas veces el problema es insidioso, nuestro perro tiene muchísima hambre, nosotros no le damos casi nada de comer, lo paseamos todo lo que podemos, y sin embargo todo el mundo nos dice en el parque, con la mejor de las intenciones, lo «gordito» que está. Aquí es necesario además de instaurar una dieta que active el catabolismo, es decir, la capacidad para «quemar grasas», realizar un chequeo hormonal que ,en muchas ocasiones, al estar alterado, hace imposible el adelgazamiento. «La hormona tiroidea puede estar bajo mínimos originando hipotiroidismo. La solución es fácil y la suplementación eficaz. Como consecuencia, su perro podrá aun comiendo más, adelgazar por fin y mostrarse más activo y ágil», indica el doctor Javier Álvarez de la Villa.

Otros perros producen un exceso de cortisol endógeno, mostraran un aspecto barrigón «abdomen péndulo», no se saciaran jamás , beberán en exceso y se mostraran jadeantes, como agotados. Es posible que tengan Síndrome Cushing, es necesario su diagnóstico y tendrá tratamiento eficaz. Para poner punto y final al asunto de la obesidad, el veterinario consultado señala que son tres las dietas utilizadas: las altas en fibra no digestible, las hiperproteicas y finalmente las reductores genómicas. Todas ellas ayudaran además del consabido paseo.

Mal funcionamiento cardiaco

Cuando su fiel amigo renuncia al ejercicio puede además estar soportando un mal funcionamiento cardiaco. En estos casos,comenta el veterinario Javier Álvarez de la Villa , «aparece disnea, es como si le faltara aire. Esta incapacidad, este ahogo puede ser más o menos manifiesto, llegando al jadeo cuando realiza el más mínimo esfuerzo o incluso, lo que es más grave, en reposo. Otras veces su perro ha estado corriendo y jugando y únicamente nos inquieta que tarde mucho en recuperar el aliento».

Las causas o etiopatogenia del fallo cardíaco son numerosas: alteraciones de las válvulas cardíacas que originan reflujo o dificultan el paso de la sangre, en otras ocasiones es el músculo cardíaco el que no se contrae adecuadamente, y no podemos olvidarnos de las arritmias y bloqueos. Como resumen, diremos que en las alteraciones cardíacas se produce una disminución del volumen minuto y como consecuencia, la cantidad de sangre oxigenada que llega a los tejidos. Este hecho origina ahogo, agotamiento y pone en riesgo la vida de la mascota . Su diagnóstico precoz es imprescindible, la auscultación, electrocardiografía, radiografía y ecocardiografía son elementos superútiles para diagnosticar, pronosticar y aliviar terapéuticamente estas dolencias.

Otras causas

Finalmente también -con la ayuda de nuestro veterinario consultado- las causas que originan caminar despacio, renuncia al deseado paseo son: los problemas pulmonares crónicos:¿contaminación? , ¿ambientes caseros donde su propietario fuma demasiado y su mascota se convierte en fumador pasivo? No se sabe bien pero en algunas razas frecuentemente aparece enfisema y asma, cuidemos los ambientes y nuestra salud y la suya mejoraran. El reumatismo, enfermedad esta que degenera las articulaciones al atentar contra el conocido colágeno no es infrecuente, sobre todo, curiosamente, en perros mini y toys . En los mismos, las articulaciones de los dedos se deforman enormemente haciendo imposible la marcha por el intenso dolor que produce. Hay que acudir ante la primera señal de alarma al veterinario para que estos diagnostiquen y traten cuanto antes para evitar que el proceso este demasiado avanzado. Tampoco hay que olvidar que las enfermedades sistémicas, hormonales, musculares y neuromusculares están al acecho y es necesario prevenirlas. Así, su compañero le acompañara feliz en sus largos paseos.

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