Las peores afrentas a la Navidad cristiana
Una parodia de Jesús gay divide a los cristianos de Brasil. El novio resulta ser Lucifer en la última escena de la película

La tradición cristiana parece no gustar a algunos que, lejos de respetar con decoro la tradición de la celebración de la Navidad, idean afrentas que despiertan la polémica o enrabietan a los católicos. Ha ocurrido con la última «osadía» en Brasil, un país donde el 86% de sus habitantes se confiesan católicos y cristianos neopentecostales, pero donde varios humoristas no han encontrado mejor guión para un filme que un Jesucristo gay enamorado de Lucifer . En Orense, el belén creado por el alcalde (del partido Democracia orensana) no ha satisfecho tampoco a sus paisanos, que lo han tildado de «macabro» y de mal gusto. Y reiterada es la controversia cada año por el belén de Ada Colau, en Barcelona, que este año es un trastero lleno de objetos viejos.

Pero el ataque a las costumbres navideñas no es patrimonio exclusivo de la izquierda: este 2019, Vox ha tenido que retirar tarjetas de felicitación en Andalucía con tres Reyes Magos blancos, pero en Los Molinos (Madrid), el grupo municipal asegura que no se dio cuenta de que la cabalgata no tendría un rey negro. El cartel que anuncia el desfile del día 5 ya ha provocado la irritación popular.
Brasil: ataque con cócteles molotov
Una comedia de Netflix que presenta un Jesucristo gay ha desatado la polémica entre quienes se han ofendido con el guión y cuestionando los límites del humor, y los que defienden la libertad de expresión y son contra la censura a todo costo. La escalada de odio contra la película llegó al ápice en la madrugada de la Nochebuena en un ataque con bombas molotov contra la sede de su productora, en Río de Janeiro, atribuIdo a un grupo ultraconservador que asumió el crimen en un video de internet.
Tres miembros del Comando de Insurgencia Popular Nacionalista de la Gran Familia Integralista Brasileña, reivindicaron el atentado en un video donde aparecen encapuchados, con una bandera del Integralismo, un antiguo movimiento brasileño inspirado en el fascismo italiano. El atentado está siendo investigado por la comisaría del barrio de Botafogo, donde queda la sede, y no fue peor, porque un vigilante controló a tiempo el fuego, evitando heridos.
Titulada «La primera tentación de Cristo», el especial navideño del Netflix brasileño fue producido por el grupo de humoristas «Porta dos Fundos» (Puerta de Servicio), jóvenes que saltaron a la fama hace siete años, creando parodias en el Youtube, varias de ellas, bíblicas.
«Seguiremos más unidos, más fuertes, más inspirados y confiantes de que el país sobrevivirá a esa tormenta de odio y el amor prevalecerá junto con la libertad de expresión», afirmó el grupo en una nota de prensa.
«Porta dos Fundos condena cualquier acto de violencia y puso a disposición de las autoridades las imágenes de las cámara de seguridad», informó el grupo, pidiendo que los responsables por el ataque «sean encontrados y sancionados».
Antonio Tabet, uno de los líderes del grupo, que interpretó a Dios en la película, difundió en sus redes un vídeo del Papa Francisco, defendiendo la importancia del sentido del humor.
Ganadores del Emmy
La película retrata a Jesús llegando a casa con un enamorado, Orlando, que conoció durante los 40 días que pasó en el desierto. La polémica no para en ese detalle. En casa, María, José, los Reyes Magos, e incluso Dios, lo esperan para una fiesta sorpresa de sus 30 años, en la que le cuentan que es hijo adoptivo y le anuncian su entrenamiento para ser Cristo. Dios, además no esconde sus deseos carnales por María, que huye de él escondiéndose de un ingenuo José.
Con más de 16 millones de seguidores, los actores que el año pasado ganaron el Emmy por otro especial navideño también han despertado admiración de apoyos, además de estar batiendo récordes de exhibiciones en el canal de streaming, que también se ha beneficiado de la polémica.
«Alerta: si los terroristas que atacaron Porta dos Fundos no son castigados inmediatamente, eso empujará el país a un conflicto de proporciones gigantescas», apoyó en su cuenta de Twitter el escritor de best sellers Paulo Coelho , famoso por sus libros cristianos.
De otro lado, el hijo del presidente Jair Bolsonaro, el diputado Eduardo, ha alzado la voz contra los comediantes. «Estamos a favor de la libertad de expresión, pero ¿vale la pena atacar la fe del 86% de la población?», escribió en Twitter aludiendo la cantidad de católicos y cristianos neopentecostales en Brasil.
Una petición de internet que pide que el programa sea prohibido y retirado del catálogo de Netflix, ya suma 2,3 millones de firmas. «Por la remoción de la película del catálogo de Netflix y para que Porta dos Fundos sea responsabilizado por el crimen de vilipendio a la fe. También queremos disculpas públicas, pues ofendieron gravemente a los cristianos», reivindica la lista, que es apenas una de las muchas que se han organizado contra los comediantes.
Han surgido también varios procesos judiciales pidiendo su prohibición, sin efecto en las decisiones de jueces que han optado por defender la libertad de expresión. «Una decisión diferente sería claramente censura decretada por el Poder Judicial», argumentó la juez Adriana Sucena Monteiro Jara Moura.
«Gente, pueden dejar de preocuparse que yo me las arreglo con Dios», declaró en su twitter Fabio Porchat, guionista de la película e intérprete de Orlando, el supuesto novio de Jesús, al ver las primeras reacciones negativas. «Ahora pueden volver a indignarse con la desigualdad que destruye nuestro país. Pero tienen que indignarse con el mismo fervor», provocó el comediante.
El odio religioso ha dejado escapar un detalle importante. El novio de Jesús revela ser Lucifer casi al final de la película, es el mal que termina siendo destruído, lo que por ahora no ha generado ninguna reacción entre las organizaciones por los derechos de los homosexuales.
Orense: el belén más «feo» de España
Tres ataques en menos de una semana, dos robos del Niño Jesús y un torrente de críticas y comentarios despectivos acerca de su aspecto en las calles y en las redes. Es el balance del controvertido nacimiento de Orense, instalado en la céntrica Alameda de la localidad por el Ayuntamiento y cuyas figuras han desatado una espiral de estupor, furia, bromas y vergüenza ajena que se ha expandido por todo el país. «Horripilante», «esperpéntico» o «cutre» son algunos de los epítetos que pueden leerse estos días en internet. Tanto es así que, al poco tiempo de habilitarse, se puso en marcha una campaña en la plataforma Change.org para exigir su retirada.

«Me da igual que se rían de él. Está siendo un éxito tremendo y hay que hacer del problema una oportunidad», ha respondido –en distintas declaraciones– el alcalde de la ciudad gallega, Gonzalo Pérez Jácome (del partido Democracia Ourensana), a los innumerables reproches y burlas que circulan. La instalación, cuyo coste ha sido de 18.000 euros, estaba destinada a ser en un primer momento un trabajo artesanal, pero «por falta de tiempo» se encargó finalmente una representación a escala real. El resultado fue un decorado a cuenta de la empresa Máis que Brincos en el que tanto los materiales empleados, como el gesto o los colores chillones de las figuras han colocado a la ciudad en el centro de todas las miradas, aunque no precisamente para bien.
Mientras que algunos se han tomado el peculiar pesebre con humor y filosofía, otros no han dudado en descargar su ira –se desconoce si por descontento o simplemente por diversión– contra él. Desde que fuera emplazado, los ataques vandálicos no han dejado de sucederse. Varias de las figuras han aparecido con daños hasta en tres ocasiones y la imagen del Niño Jesús ha sido robada en otras dos. La primera vez reapareció al cabo de unas horas envuelto en una bolsa al lado de la representación y con los brazos cortados. Se mandó a reparar, pero al regresar a su sitio original no duró mucho. Dos días más tarde, el miércoles, volvió a desaparecer. Ahora, los «secuestradores» piden 1.000 euros por él. Entre tanto, el que para muchos ya se ha ganado el título de «belén más feo de España», responsable –denuncian algunos– de «traumas infantiles» o «ataques de ansiedad» intenta sobrevivir como puede, aunque aunque para algunos se disputa el dudoso honor con el de la Plaza Sant Jaume de Barcelona, que tiene forma de cajones de trastero, uno de ellos para Jesucristo.
Vox fulmina a Baltasar

Y Vox sigue en su particular liza contra el rey Baltasar. Primero, fue en unos «christmas» de Vox Cádiz, una felicitación navideña que generó una gran controversia al no incluir al monarca de piel negra Baltasar y sustituirlo por otro rey blanco. Tres blancos y ningún negro. El partido de Santiago Abascal retiró poco después esta felicitación, cambiándola por una imagen del portal de Belén.
El rey Baltasar del cartel de la cabalgata de Los Molinos desapareció. Directamente. El Ayuntamiento de esta localidad madrileña aseguró que había sido un error y que ninguna de las cinco personas que supervisó la agenda de Navidad se dio cuenta de que Baltasar no era de color. Desmintió que el cartel sea racista y ha «repuesto» al Mago negro.
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