«El año pasado hubo una subida alta pero no fue como esta»
Los responsables de los hoteles piden a los turistas que no salgan del hotel «porque no están preparados para esto»
Venecia se tiñe, con la avalancha de turistas, de colores fluorescentes. La impresionante fachada bizantina de la Basílica de San Marcos contrasta con el rosa, verde o azul estridentes de las botas o bolsas de lluvia que los turistas utilizan para sortear el agua que, con ayuda de las pasarelas que se colocan en gran parte de la ciudad, ayudan a visitarla pese a la amenaza del «acqua alta».
Noticias relacionadas
Se trata de un fenómeno al que los venecianos y turistas están acostumbrados: el viento de siroco, las corrientes del Adriático, las bajas presiones y la atracción gravitacional del Sol y la Luna hacen que el agua suba e inunda parte de la ciudad, pero solo unos pocos centímetros y durante unas pocas horas hasta que todo vuelve a la normalidad. Sin embargo, lo que el martes parecía una «inundación más» -la gente posaba con el agua hasta la rodilla con gaviotas nadando a su alrededor- empezó a tomar otro color menos idílico.
El agua alcanzó por la noche los 187 centímetros, la mayor subida en 53 años. El alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro publicaba este martes la cifra en su cuenta de Twitter y añadía que «Venecia está de rodillas. La Basílica de San Marco sufrió graves daños como la entera ciudad y las islas» . Brugnaro ha pedido este miércoles la declaración del estado de crisis o calamidad al Gobierno nacional.
Los propios venecianos vivían con estupor la crecida del agua que produjo cortes de luz, caída de internet y edificios inundados. Los responsables de los hoteles pedían a la gente por la noche y en la mañana de este jueves que los huéspedes no salieran del hotel. «El año pasado hubo una subida alta pero no fue como esta», contaba la empleada de un hotel situado sobre el canal. «Hay muchos turistas que no están preparados para esto», agregaba. Muchos empleados no pudieron volver a sus casas y lamentaban como el agua había destrozado importante mobiliario no solo del hotel sino de sus propias casas.
Para este miércoles se espera una crecida máxima de 120 centímetros, el jueves 130 y el viernes 140, según el Centro de Previsiones y Señalizaciones de la Marea de Venecia.