Unos abuelos británicos «roban» el esperma de su hijo fallecido para tener un nieto que herede la fortuna de la familia

El matrimonio viajó a Estados Unidos tras el fallecimiento de su hijo para realizar el proceso

La selección del género del bebé no está permitido en Reino Unido ABC

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Ha salido a la luz la historia de una pareja británica que tras el fallecimiento de su único sucesor, y movidos por la esperanza de que alguien de su sangre pudiese heredar toda la fortuna de ambos, «diseñó» a su nieto con el esperma extraído de su hijo muerto, el cual fue congelado en el momento de su muerte. Este suceso, según informan diversos medios del país, ha originado gran polémica en Reino Unido, ya que no contaban con la autorización del fallecido.

El matrimonio, el cual permanece en el anonimato, extrajó sin su previo consentimiento , el esperma de su hijo fallecido en un accidente de tráfico. Tras el envió del líquido seminal a Estados Unidos, los padres han podido concebir a su nieto mediante una gestación subrogada , en una clínica estadounidense que da la oportunidad de seleccionar el género del bebé, algo ilegal en el país de procedencia de la pareja.

El Doctor David Smotrich fue el encargado de realizar las intervenciones , y con el revuelo causado éste ha decidido dar explicaciones y declarar que él desconocía que los padres no contaban con al autorización de su hijo para realizar la gestación.

Smotrich ha afirmado que una propuesta así suele ser «inusual», pero que «fue un honor poderles ayudar en una situación tan trágica», ya que éstos aseguraban que «así lo hubiera querido su hijo». Informa también que la pareja a su llegada al país américano fue estricta a la hora de elegir el óvulo , ya que «no podía ser cualquiera». Este debía pertenecer a la mujer que ellos creían que acabaría casándose con su hijo, por lo que la selección fue exhaustiva. Ellos pedían un nivel de estudios determinado, además de una apariencia física definida y un elevado nivel intelectual.

El proceso fue largo, se crearon cuatro embriones para que el matrimonio pudiera elegir uno. El vientre subrogado y la mujer que donó su óvulo pertenecen a Estados Unidos y todas las intervencioens pudieron costar entre 60.000 y 100.000 libras. Finalmente, los abuelos volvieron a Reino Unido con su nieto y todos los papeles en regla.

El Dr. Smotrich s e mostró feliz al ver un desenlance favorable para todos y aseguró que aún sigue recibiendo tarjetas de Navidad de parte de la familia. «No estoy aquí para juzgar quién debería ser un padre», declaró. «En este caso, por lo que me dijeron los padres, su hijo deseaba absolutamente tener hijos».

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