El Papa reza para que los gobernantes comprendan que «comprar armas no es la solución»
«Odio la guerra porque mi abuelo me contó lo que sufrió en la I Guerra Mundial», asegura el pontífice. Recuerda entre las víctimas de la guerra «a los soldados de los dos bandos»
Al concluir la audiencia general, el Papa Francisco ha pedido permiso para «recordar a las víctimas de la guerra» . «Llegan noticias de personas desoladas, personas que escapan, personas heridas, muchos soldados, de una y otra parte. Son noticias de muerte», ha denunciado este miércoles durante la audiencia general.
«Pidamos al Señor de la Vida que nos libre de esta muerte de la guerra», ha rogado antes de rezar un avemaría con los peregrinos. «Con la guerra se pierde todo, todo; en la guerra no hay victoria, todo es derrota», ha añadido.
El pontífice ha recordado con el rostro muy serio que « la guerra es una derrota de la humanidad , hay que derrotar a la guerra», que ha comparado con una «necesidad que nos destruye» .
El Papa ha pedido rezar «para que los gobernantes comprendan que comprar armas y fabricarlas no es la solución al problema. La solución es trabajar juntos por la paz y, como dice la Biblia, hacer de las armas instrumentos para la paz», ha añadido.
La propuesta del Papa Francisco es no limitar la respuesta a Rusia a la defensa armada, sino propiciar una negociación eficaz para detener el conflicto antes de que la situación sea irreversible.
En su catequesis semanal en la gran sala de audiencias del Vaticano, el Papa ha continuado su ciclo de catequesis sobre el valor de la vejez. Este miércoles ha reivindicado la figura de los abuelos y los ancianos como transmisores de la memoria de una generación a otra: «Leer una historia en los libros, verla en las películas o consultarla en Internet, no será jamás lo mismo», pues la narración directa que «la escucha persona y directa de la narración».
El Papa Francisco ha asegurado que habla por experiencia personal. «He aprendido de mi abuelo el odio y la rabia hacia la guerra. Él estuvo en la batalla del Piave en 1914», una de las batallas más importantes del ejército italiano durante la I Guerra Mundial.
«Mi abuelo me transmitió la rabia contra la guerra , porque me contó lo que se sufre en la guerra. Eso no se aprende en los libros, lo deben transmitir los abuelos a los nietos », añadió. «Un anciano que ha vivido mucho tiempo, tiene el don de un lúcido y apasionado testimonio de su historia. Es una bendición insustituible», ha explicado.
En esa línea, el Papa Francisco ha lamentado por ejemplo que la transmisión de la fe carece a menudo de esa pasión de una «historia vivida», pues transmitir la fe no es leer un libro y repetirlo, 'bla, bla, bla', sino transmitir la experiencia de la fe». Esa experiencia vivida ayuda a otros a «que elijan el amor para siempre, la fidelidad a la palabra dada, la perseverancia en la dedicación, la compasión por los rostros heridos y descorazonados».
De ahí la importancia, ha recordado, de «transmitir la fe en el dialecto familiar» , viviéndola en los gestos y conversaciones de la vida cotidiana de los padres y los abuelos.
El pontífice ha aclarado que esa transmisión «debe ser leal, pues una ideología que doblega la historia a sus propios esquemas no es justa; la propaganda que adapta la historia a la promoción de su propio grupo no es justa; convertir la historia en un tribunal en el que se condena todo el pasado y se desaconseja todo el futuro no es justo. Lo justo es contar la historia tal y como es».
La sala de audiencias Paolo VI estaba llena de peregrinos , unos 6 mil. En las primeras filas estaba Tamara Falcó, que llevaba una escultura de la Virgen María para que la bendijera el Papa durante un saludo personal que no suele durar más de medio minuto. El encuentro probablemente se enmarca en la grabación de un docu reality protagonizado por la hija de Isabel Preysler, producido por Netflix.
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