El Papa recuerda que «la lógica de la misericordia no entiende de premios o castigos»
En la audiencia general pide diálogo, armonía y paz para Brasil, dividido ante la posible destitución de Dilma Rouseff
![El Papa Francisco saluda a los fieles a su llegada a la audiencia general](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2016/05/11/papa-audiencia-general-10--620x349.jpg)
En su ciclo de catequesis sobre la misericordia, el Papa Franc isco ha comentado este miércoles uno de los pasajes más gráficos del Nuevo Testamento: La parábola del hijo pródigo. Antes de analizar el texto bíblico , el Santo Padre ha tenido un delicado gesto y ha explicado que la audiencia se iba a desarrollar en dos lugares distintos, el Aula Pablo VI y la plaza. Y ha sido así porque las personas enfermas, ante la amenaza de lluvia que pendía del cielo en la Ciudad Eterna, han seguido la catequesis del Papa a cubierto. A ellos les ha enviado un cariñoso saludo.
En la audiencia, el Pontífice ha recordado que, pese a cualquier circunstancia, las personas nunca perderán su dignidad de hijas de Dios: «En cualquier situación de la vida, no debo olvidar que no dejaré de ser hijo de Dios, de ser hijo de un Padre que me ama y que espera mi retorno». Tal y como hizo el padre de la parábola que jamás le dijo al hijo «'me las pagarás' sino que lo abraza y lo espera con amor». Dios es misericordia, -ha vuelto a explicar el Papa-, y lo único que le preocupa es que «el hijo que esté delante de él esté sano y salvo».
Ha analizado la figura de cada uno de los protagonistas de la parábola explicando que los cristianos, con respecto al padre, son como el hijo pródigo y el hijo mayor. El hijo pródigo es el que se aleja por distintas causas o por propia voluntad. El hijo mayor es el que siempre está con el padre pero, en realidad, siempre ha estado también lejos de él. Este último también necesita la misericordia del padre porque «los que se creen justos también necesitan misericordia. El hijo mayor nos representa cuando nos preguntamos si vale la pena luchar tanto si luego no recibimos nada a cambio». El hijo menor esperaba un castigo, el hijo mayor una recompensa pero «la lógica de la misericordia no entiende de premios o castigos». «Los dos necesitan misericordia», apostilló el Santo Padre.
También explicó el proceder de ambos hijos que no se reconocen como hermanos. «Los dos hermanos no hablan entre ellos, viven historias diferentes y ambos razonan según una lógica que no es la de Jesús», ha indicado el Papa. Por eso, Francisco ha explicado que «la alegría más grande para un padre es que sus hijos se reconozcan como hermanos».
Durante los saludos en lengua portuguesa, se ha detenido para saludar en especial a los peregrinos brasileños. Francisco ha aprovechado para referirse a la delicada situación en el país, dividido entre partidarios y detractores de Dilma Rousseff . El Santo Padre ha pedido que «en estos momentos de dificultad, se siga por los caminos de armonía y de paz, con la ayuda de la oración y del diálogo» y ha encomendado a Brasil a Nuestra Señora de Aparecida, la patrona del país.
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