El Papa pide al mundo «la condena unánime de las crueles abominaciones» de Bruselas

Ante decenas de miles de peregrinos, el Papa Francisco ha manifestado en la plaza de San Pedro haber seguido «con el corazón dolorido las tristes noticias» de los atentados de Bruselas y ha asegurado su oración y su cercanía «a la querida población belga, a los familiares de las víctimas y a todos los heridos».

En tono enérgico pero sereno, el Santo Padre ha dirigido «un llamamiento a todas las personas de buena voluntad para unirse a la unánime condena de estas crueles abominaciones que están causando solo muerte, terror y horror».

Francisco pidió a todos «perseverar en la oración, y en pedir al Señor en esta Semana Santa que conforte el corazón de los afligidos y convierta los corazones de estas personas cegadas por el fundamentalismo cruel».

A continuación dirigió el rezo del Ave María en una plaza de San Pedro que estaba llena tan sólo en la mitad más cercana a la basílica.

Como sucedió con los atentados de París , los de Bruselas han tenido un efecto inmediato de caída del número de peregrinos y romanos que acuden a encuentros masivos en la plaza de San Pedro, pues es imposible controlar bien a miles de personas que entran casi al mismo tiempo.