El Papa pide en la maratón mundial del rezo del rosario por los «cinco nudos» agravados por la pandemia
Se trata de la soledad, el desempleo, la violencia doméstica, el progreso científico al servicio de todos y la reanudación de la actividad de las parroquias
Ante una imagen de «María Desatanudos», cuya popularidad como «solucionadora de problemas» se ha extendido desde Baviera a todo el mundo, el Papa Francisco ha concluido este lunes en los Jardines Vaticanos el «maratón» mundial de 30 santuarios durante mes de mayo para pedir el final de la pandemia.
Si el santuario de Nuestra Señora de Montserrat fue una de las etapas del «maratón» intercontinental, el de Os Gozos, en Ourense, ha sido uno de los ocho que han participado en directo en la plegaria de los Jardines Vaticanos.
El último Rosario del mes de mayo incluyó la súplica a María para que «desate» cinco nudos agravados por la pandemia : la soledad, el desempleo, la violencia doméstica -especialmente contra las mujeres-, el progreso científico al servicio de todos y la reanudación de la actividad de las parroquias y centros pastorales.
En un bellísimo atardecer de primavera, la oración tuvo un carácter entrañable por la presencia de los niños de la primera comunión de una parroquia de Viterbo -la primera que ofreció sus locales como centro de vacunación en Italia-, grupos de «boy scouts», muchachos de Acción Católica y matrimonios jóvenes que se alternaban en el rezo de las Avemarías.
Ante la copia del cuadro original -realizado en torno al 1700 y que se encuentra en una iglesia de Augsburgo- el Papa ha suplicado a María: «Tú, que sabes desatar los nudos de nuestra existencia y conoces los deseos de nuestro corazón, ven en nuestra ayuda. Estamos seguros de que, como en Caná de Galilea, conseguirás que vuelva la alegría y la fiesta a nuestras casas tras estos momentos de prueba».
Y ha concluido invitando a «seguir pidiendo al Señor que proteja al mundo entero de la pandemia, y que se pronto se dé a todos, sin exclusión alguna, la posibilidad de protegerse con seguridad mediante la vacuna».
Al final ha dado las gracias al obispo de Augsburgo, que ha regalado la copia del cuadro y ha presidido la peregrinación de bávaros a Roma.