El Papa se operó de cataratas
Se sometió a la cirugía hace unos meses en una clínica de Roma, con total discreción
Aunque la noticia era conocida desde hace tiempo, existía un pacto de caballeros entre los vaticanistas cercanos al Papa Francisco para no revelarla. Francisco es muy reacio a hablar de su salud, y al ser una cuestión personal menor, se mantuvo el pacto de silencio sobre la reciente operación de cataratas del Papa Francisco.
La confianza era tal, que el pasado 15 de noviembre, Francisco dijo sin miedo ante las cámaras: «Estoy bien de salud, la operación a los ojos salió muy bien». Lo decía a su amigo Ahmed el-Tayeb, gran imán de Al-Azhar y referencia para el Islam suní.
Pero el pacto saltó recientemente cuando un medio vaticano publicó la exclusiva. Efectivamente, el Papa se operó hace unos meses en la clínica Pío XI, en la Via Aurelia de Roma. También allí, unos meses antes de presentar la renuncia, Benedicto XVI se había operado con la máxima discreción para ponerse un marcapasos.
El mismo Francisco, que cumplirá en unos días 83 años, reveló el problema a los ojos durante un diálogo con presos de la cárcel Regina Coeli. Era el 29 de marzo de 2018, en semana santa. Había celebrado la misa del Jueves Santo y luego se detuvo a responder preguntas.
«Tú has hablado de una mirada nueva: renovar la mirada...», dijo tras el saludo de uno de los presos. «Esto hace bien, porque a mi edad, por ejemplo, vienen las cataratas, y no se ve bien la realidad: el año próximo deberemos operarlas» , explicó.
Como es habitual, en esa clínica romana realizan esta operación con láser y suele durar unos 20 minutos. Se hace con anestesia local y sin puntos. Luego, el paciente regresa a casa y se medica con un colirio. Probablemente, lo hicieron así con el Papa Francisco.
Pocos se dieron cuenta pues la intervención salió muy bien y no provocó ninguna interrupción en la agenda papal.
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