El Papa no es nacionalista
Al que fuera obispo del procés, Xavier Novell, le sustituye un alicantino que llega de Menorca
Punto final a la astracanada protagonizada por el señor Xavier Novell y fina puntilla a las pretensiones del nacionalismo eclesial catalán. Esta semana el Papa Francisco nombró obispo de Solsona al hasta ahora obispo de Menorca , monseñor Francisco Simón Conesa Ferrer, natural de Elche, uno de los obispos españoles con mejor formación teológica-doctrinal, que hizo gran parte de sus estudios superiores en la Universidad de Navarra. Un perfil alejado de la cantera del progresismo nacionalista.
Pero este nombramiento no sería significativo si no se produjera en una serie histórica. Al que fuera obispo del procés, le sustituye un alicantino que llega de Menorca . Como acertadamente se ha dicho estos días, desde que Francisco es Papa ha designado a nueve obispos en Cataluña: 6 residenciales y 3 auxiliares. De los 6 residenciales, solo hay 2 catalanes -Planellas en Tarragona y Cristau en Terrassa-, este último formado en el Seminario de Toledo y auxiliar del hoy arzobispo de Sevilla. Los otros tres son dos valencianos, Benavent –un nombre que no hay que olvidar- en Tortosa y Giménez Valls en Lérida. Y el cardenal aragonés, Omella, en Barcelona, que sin duda es también artífice colaborador de este diseño. Ya sabemos qué piensa parte del nacionalismo político catalán de Omella . En cuanto a los auxiliares de Barcelona, dos son catalanes -Gordo y Vilanova- y uno balear –Vadell-, a quien Dios acompañe en su dura enfermedad. Dos obispos catalanes -Sistach y Novell- han sido sucedidos por prelados de fuera.
El cardenal Omella tiene 75 años, lo mismo que el obispo Pardo de Gerona. En este 2022 presentará su renuncia Cortés, de San Feliú de Llobregat. En 2023, Giménez Valls, de Lérida. Y en 2024, Vives, obispo de la Seo y copríncipe. ¿Acaso no hay candidatos adecuados en Cataluña? ¿Por qué, en la Iglesia universal, católica, solo pueden ser obispos en Cataluña sacerdotes de esa tierra? Por cierto que convendría que la cantera de valencianos no se extinguiera. Una última consideración, el Papa no parece ser pro-nacionalista, catalán. Veremos qué pasa en el País Vasco con el futuro obispo de San Sebastián y el arzobispo de Pamplona.
