El Papa bendice vender templos en desuso para ayudar a los pobres
El Papa ha constatado que «muchas iglesias, necesarias hasta hace pocos años, han dejado de serlo por falta de fieles o de clero, o por cambios en la distribución de población en las ciudades o zonas rurales»
En un tono muy realista, el Papa Francisco ha constatado que «muchas iglesias, necesarias hasta hace pocos años, han dejado de serlo por falta de fieles o de clero, o por cambios en la distribución de población en las ciudades o zonas rurales».
En una carta enviada el jueves al congreso sobre «Destino de lugares de culto y gestión integrada del patrimonio cultura l eclesiástico», que reúne en Roma algunas conferencias episcopales de Europa y Estados Unidos, el Papa les ha dicho que la venta o transferencia de templos que han dejado de ser necesarios «no debe verse con ansiedad sino como un signo de los tiempos que nos invita a una reflexión y una adaptación».
Desde hace más de un cuarto de siglo, las ventas de iglesias han sido muy frecuentes en Estados Unidos, a medida que tanto los párrocos como los fieles pasaron a tener automóviles o que las iglesias construidas para facilitar a los inmigrantes el culto en su idioma se volvían innecesarias a la segunda generación. A su vez, en muchos países europeos resulta imposible mantener a salvo de robos millares de iglesias situadas en aldeas o zonas rurales despobladas.
Pero como en los últimos años ha habido escándalos por el uso indecente o inmoral de antiguos templos desacralizados, las conferencias episcopales están aprendiendo a ser más prudentes en las entregas y a respetar más la voluntad de los donantes que contribuyeron a la construcción.
Comunidad cristiana
El Papa ha invitado vigorosamente a los obispos a tomar las decisiones solo «después de una consulta a la comunidad cristiana y en dialogo con la comunidad civil ». Cuando sea necesario desprenderse de un templo no debe hacerse de modo precipitado «sino integrado en el plan pastoral ordinario, y precedido de una adecuada información, compartida lo mas posible».
Como siempre es doloroso desprenderse de un templo, y suele haber muchos destinos para el dinero que se recaude, Francisco ha invitado a no olvidarse de los pobres ya que el patrimonio cultural está al servicio de «la sagrada liturgia, la evangelización y la caridad».
En esa línea ha recordado el ejemplo el diácono San Lorenzo , quien se presentó rodeado de pobres cuando las autoridades imperiales romanas le ordenaron entregar los tesoros de la Iglesia .
Según el Papa, «la iconografía sagrada ha mostrado muchas veces a San Lorenzo vendiendo ornamentos de culto caros para destinar el dinero a los pobres. Eso constituye una enseñanza constante pues el patrimonio cultural no tiene un valor absoluto. En caso de necesidad debe servir al bien superior del ser humano, y especialmente al servicio de los pobres».
El Santo Padre invita a buscar soluciones que permitan al patrimonio cultural de la Iglesia mantener su función catequética incluso después de la venta: «Incluso cuando ya no son utilizados en la vida del pueblo de Dios , su elocuencia puede conservarse mediante una correcta exposición en los museos».
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