El Papa invita a aprender de memoria las Bienaventuranzas, el «documento de identidad» del cristiano
Afirma que «Jesús no impone nada, sino que revela el camino de la felicidad: ‘bienaventurados’»
En el estreno de un nuevo ciclo de catequesis dedicado a las Bienaventuranzas, el Papa Francisco ha invitado este miércoles a «aprenderlas de memoria, para llevar en el corazón esta nueva ley», completamente distinta a la anterior pues «Jesús no impone nada, sino que revela el camino de la felicidad: ‘bienaventurados’».
El Santo Padre ha explicado a millares de peregrinos participantes en la audiencia general que «la palabra ‘bienaventurado’ proviene del término griego ‘makarios’, y significa el que está en condición de gracia y avanza en la amistad con Dios».
Recordando su reciente consejo de leer diariamente algunos pasajes del Evangelio en un ejemplar de bolsillo o en el teléfono móvil , Francisco ha sugerido ir a los 11 primeros versículos del capitulo 5 de Mateo «para entender este camino de felicidad que el Señor nos propone».
El pasaje comienza narrando la subida de Jesús —seguido de una multitud— a un monte «que nos recuerda el Sinaí, donde Dios entregó el Decálogo a Moisés. Pero esta vez el ambiente no es de una tormenta espantosa sino que se respira la dulce fuerza de la Buena Noticia».
Como preámbulo a las sucesivas catequesis sobre cada una de las ocho Bienaventuranzas, el Papa ha señalado que todas ellas incluyen una situación específica —«los pobres de espíritu», «los misericordiosos», «los que lloran»—, y una promesa que explica por qué serán bienaventurados: «porque suyo es el Reino de los Cielos», «porque alcanzarán misericordia», «porque serán consolados», etc.
Francisco ha comentando que «este futuro pasivo es el llamado ‘pasivo divino’ , pues es Dios el que hará esas cosas».
En sus palabras a los peregrinos de lengua española, el Santo Padre ha dedicado «un saludo particular a los alumnos y profesores del Colegio San Ildefonso, de Almería ».
Y ha concluido reiterando una sugerencia para todos: «Los animo a leer detenidamente el texto de la Bienaventuranzas, y a pedir a Dios la gracia para vivirlas en medio del mundo en el que nos encontramos. Su vivencia nos otorgará una profunda alegría y paz. Que Dios los bendiga».
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