Papa Francisco: «La vida es demasiado breve para consumirla en la tristeza; alabemos a Dios, contentos de existir»
Afirma que el ser humano «es la única criatura capaz de reconocer la belleza de la creación divina»
Comentando la belleza de la creación divina relatada en las primeras páginas del «Génesis», el Papa Francisco ha afirmado este miércoles que «la vida es un don de Dios, y es demasiado breve para consumirla en la tristeza. Alabemos a Dios, contentos sencillamente de existir».
Refiriéndose implícitamente a la angustia por la pandemia, el Papa ha asegurado que «cuando las tristezas y las amarguras de la vida tratan de sofocar nuestra gratitud y alabanza a Dios , la contemplación de las maravillas de su creación enciende de nuevo, en el corazón, el don de la oración».
Según Francisco, esa oración «es la fuerza principal de la esperanza. Y la esperanza nos manifiesta que la vida, aun con sus pruebas y dificultades, está llena de una gracia que la hace digna de ser vivida, protegida y defendida».
En la audiencia general -retransmitida en «streaming» desde su biblioteca- el Papa ha subrayado que el ser humano «es la única criatura capaz de reconocer la belleza de la creación divina». A veces, «basta contemplar un cielo estrellado, una puesta de sol o una flor para encender la chispa de la acción de gracias. Esta es la experiencia de las primeras páginas de la Biblia».
En una reflexión muy actual, Francisco ha recordado que «cuando se redactó ese gran relato bíblico de la Creación, el pueblo de Israel no atravesaba días felices. Una potencia enemiga había ocupado su territorio y muchos habían sido deportados o eran esclavos en Mesopotamia. No tenían ni patria, ni templo, ni vida social o religiosa. Nada».
Pero, a pesar de todo, siguieron adelante como nación hasta que una minoría logró volver a su tierra y reconstruir de nuevo el pueblo de Israel y el culto público a Dios.
El próximo 24 de mayo se cumple el quinto aniversario de la encíclica ecológica «Laudato si», que logró el éxito de la conferencia de París para la reducción de gases de efecto invernadero pero fue insuficientemente escuchada en otros terrenos importantes.
Muchos consideran ahora ese texto como una profecía, y el Vaticano declarará del 24 de mayo de 2020 al 24 de mayo de 2021 «Año de la Laudato si» para estudiar mejores modos de proteger el planeta y promover la «conversión ecológica activa» ahora que casi todo el mundo es consciente de los desequilibrios.