El Papa Francisco regresará al Santuario de Fátima en 2023
El Santo Padre confirma a un cardenal portugués que se desplazará cuando acuda a las Jornadas Mundiales de la Juventud, que se celebrarán ese año en Lisboa
![Miles de personas asisten a una procesión durante las celebraciones del 90 aniversario de la primera aparición de la Virgen a los tres niños pastores portugueses cerca de la nueva iglesia del Santuario de Fátima, en 2007](https://s1.abcstatics.com/media/sociedad/2021/04/29/fatima-k18D--1248x698@abc.jpg)
El Papa Francisco visitará Fátima en 2023, según confirmó él mismo en audiencia privada en el Vaticano con el obispo de Leiria-Fátima, Antonio Marto . Será un desplazamiento al santuario ubicado 125 kilómetros al norte de Lisboa, pues el Santo Padre tiene intención de acudir a las Jornadas Mundiales de la Juventud ( JMJ ), que estaban convocadas en la capital portuguesa para 2022 y finalmente se aplazan un año para garantizar una mayor seguridad sanitaria debido a la pandemia del coronavirus.
El cardenal señaló con posterioridad que el encuentro entre ambos se había celebrado durante una media hora y en medio de una gran cordialidad. « No solo dijo que vendría, sino que le encantaría poder ir a Fátima como un peregrino más », fueron las palabras de Marto, quien forma parte del Colegio cardenalicio.
Se da la circunstancia de que, el pasado 12 de marzo, el Papa ya le había expresado al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, su voluntad de regresar a Portugal para estar presente en el acontecimiento, que tendrá mejor acogida que nunca en vista de la esperanza y la ilusión de los ciudadanos lusos de cara a esas fechas. Y es que han pasado por momentos muy difíciles en los últimos tiempos, especialmente cuando en enero y febrero se colapsaron las morgues a causa del fuerte incremento de muertos por coronavirus. De modo que el Papa quiere que la cita portuguesa se convierta en uno de los símbolos de la Europa que renace después del calvario de la pandemia.
No puede olvidarse que las JMJ constituyen la mayor cita católica del mundo . Al menos antes del estallido del coronavirus, solían participar más de un millón de jóvenes de los cinco continentes. Tanto es así que su acto central se celebraría en una base militar próxima a Lisboa: Ota o Monte Real , muy probablemente.
El Patriarcado de la capital portuguesa ya se encuentra trabajando en los preparativos para un acontecimiento tan complejo, que se realiza cada tres años, aunque en esta ocasión -por motivos sanitarios excepcionales- habrán pasado cuatro desde su última celebración.
La solicitud oficial para albergar el encuentro al aire libre se efectuó en 2017, durante la visita del Papa a Fátima con motivo del centenario de las apariciones, aunque los sucesivos gobiernos del país vecino llevaban casi una década con el proyecto en estudio.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud vivieron unos días históricos en los alrededores de Madrid en 2011, en un acto multitudinario inolvidable para miles de fieles tanto españoles como de otros países.
Ahora los portugueses saben que la cercanía de Portugal puede hacer que Lisboa y Fátima se inunden de españoles dentro de dos años, como ya sucedió a lo largo del viaje del pontífice argentino al santuario luso. Ya entonces quedaron confirmadas las buenas relaciones con Rebelo de Sousa, tal cual reflejó el anuncio oficial de la Presidencia de la República: «En cumplimiento de la invitación realizada por el presidente de la República, cuando se desplazó a la Santa Sede en su primera visita internacional nada más tomar posesión de su cargo, Su Santidad vendrá en peregrinación al Santuario de Fátima, señalando así el centenario de las apariciones de la Cova da Iria».
Incluso antes de certificarse cuántos y qué días iba a estar el Papa en Portugal, las reservas hoteleras se agotaron en la zona. En las condiciones actuales, las previsiones apuntan a que 2023 será precisamente el año en que se recobrará la ‘normalidad’ en Europa, ya que los augurios para 2022 arrojan algunas dudas a nivel general.
Fue el cuarto jefe de la Iglesia católica que desembarcó en suelo portugués, pues antes lo hicieron Pablo VI en 1967, Juan Pablo II (1982, 1991 y 2000) y Benedicto XVI (2010).
Los portugueses guardan en su memoria colectiva que el Santuario de Fátima se convirtió en una suerte de búnker a cielo abierto, tales fueron las medidas de seguridad adoptadas para proteger al Papa Francisco en su visita de 23 horas y a los miles de peregrinos que se dieron cita. El blindaje se materializó en toda regla y hasta los acuerdos del Espacio Schengen se suspendieron temporalmente, además de que las fronteras con España se cerraron a la libre circulación habitual.
Se extendieron así los controles en los puestos que jalonan los 1.214 kilómetros limítrofes, curiosamente del mismo modo que ha venidosucediendo en las últimas semanas por otras razones: para frenar la expansión del coronavirus.
El despliegue realizado, con fuertes refuerzos militares, no conocía precedentes en Portugal. Seguramente, la cita futura batirá todos los récords en ese sentido. Se llegaron a establecer cuatro perímetros de seguridad consecutivos, no solo con el objetivo de incrementar la protección sino de efectuar tareas de apoyo a los visitantes. La Guardia Nacional Republicana (GNR) instaló tres puestos de comando y las cámaras de videovigilancia se desplegaron en diferentes rincones del impresionante santuario. Habrá que ver, si para 2023, ya no harán falta medidas como las que se ven en la sociedad actual.
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