Papa Francisco: «Es la primera vez que un escándalo financiero del Vaticano se destapa desde dentro»

Desvela los registros en secretaría de Estado y la suspensión del director de la Agencia de Información Financiera

El Papa Francisco, en el avión EFE
Juan Vicente Boo

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En su encuentro con los periodistas durante el largo vuelo de Tokio a Roma , el Papa Francisco ha desvelado este martes el trasfondo de los registros policiales en cuatro despachos la secretaria de Estado —equivalente a la presidencia del Gobierno— y en el del director de la Agencia de Información Financiera (AIF), encargada de combatir los delitos económicos, el pasado 30 de septiembre.

Los registros y la incautación de ordenadores, tabletas y teléfonos móviles de los sospechosos fueron medidas sin precedentes a esos niveles, que quizá pocos gobiernos harían públicas, y un motivo de sonrojo para el Vaticano. Aun así, Francisco las ha abordado con una precisión y una claridad nunca vista en un papa.

El Santo Padre ha lamentado con vergüenza y dolor la corrupción económica, pero se ha manifestado satisfecho por una gran novedad: «Es la primera vez en el Vaticano que la olla de un escándalo se destapa desde dentro . Desde fuera lo ha sido muchas veces. Es el resultado de los mecanismos que puso en marcha el papa Benedicto».

En esta ocasión se trataba de presiones de la secretaría de Estado sobre el banco del Vaticano (IOR) para obtener 150 millones de euros destinados a liberar la hipoteca de un inmueble londinense, adquirido como inversión a medio plazo, en la que se habían enriquecido desvergonzadamente varios intermediarios a cuenta del Vaticano, quizá con complicidades internas.

Francisco ha revelado que «el revisor general de cuentas vino a verme para informarme de que había algo sucio , algo que no funcionaba. Le pregunté si estaba seguro. Me dijo que sí y me mostró las pruebas. Yo le dije que lo denunciase a la justicia del Vaticano».

El Papa ha confesado que «me quedé contento, porque significa que hoy la administración del Vaticano tiene los recursos para esclarecer las coas feas que suceden dentro. Un caso de corrupción . Después vino a verme el fiscal del Vaticano. Me pidió permiso para hacer los registros de las oficinas, y se lo di».

Según Francisco, «los interrogatorios de los cinco funcionarios suspendidos por indicios de corrupción empezarán pronto . Hay que respetar la presunción de inocencia. A mí me gustaría que el director de la Agencia de Información Financiera (AIF) fuese inocente, pues es más bonito», pero se debe dejar actuar a la justicia.

A resultas del caso, el presidente de la AIF, René Bruelhart —que debería haber supervisado mejor al director , hoy suspendido—, presentó su dimisión. Y ha intentado crear una sensación de crisis de confianza internacional en el Vaticano.

Francisco, en cambio, está tranquilo y ha asegurado que «he encontrado un sustituto, un magistrado de alto nivel nacional e internacional, y haré el nombramiento de presidente de la AIF al regreso a Roma».

A preguntas de los periodistas sobre la energía nuclear , muy debatida en Japón desde la fuga radioactiva de la central de Fukushima a raíz del tsunami de 2011, el Papa ha comentado que, a diferencia de las armas nucleares, cuyo uso e incluso la posesión son inmorales, la energía nuclear «está al límite, pues no hemos alcanzado la seguridad total».

Como opinión puramente personal, ha dicho que «yo no usaría la energía nuclear hasta que no tengamos una seguridad total», para que no se repitan casos como los de Chernóbil, extremadamente grave, o el de Fukushima.

El Santo Padre ha manifestado que seguía muy conmovido por sus visitas del domingo a Nagasaki e Hiroshima «donde no puede ver el museo pero dicen que es terrible. Tienen los documentos de los jefes de Estado y los generales que explicaban cómo se podía maximizar el desastre».

Habiendo condenado con toda firmeza tanto el uso como la mera posesión de armas nucleares , Francisco ha denunciado la hipocresía de «países cristianos, de cultura cristiana; países europeos, que hablan de paz pero viven de las armas. Al menos que tengan el coraje de reconocer ‘Yo no puedo hablar de paz porque mi economía gana mucho con la producción de armas’».

Al mismo tiempo ha dejado claro que, mientras no haya una autoridad internacional más fuerte, y mientras la ONU no consiga librarse de los paralizantes derechos de veto en el Consejo de Seguridad, «el principio de la legítima defensa permanece valido».

El Santo Padre ha confirmado que le gustaría escribir una encíclica sobre la paz y que, de hecho, «está en proyecto. Pero la hará el próximo papa porque yo no tengo tiempo. Hay proyectos, como otro sobre la paz, que están en el cajón, a la espera; madurando, madurando. Cuando sea el momento, lo haré».

Ante una pregunta sobre las protestas en Hong Kong , Francisco ha comentado que es un fenómeno más general, que sucede ahora con visible intensidad en países de América Latina, pero se manifiesta en Francia desde hace ya un año con la protesta de los «chalecos amarillos».

Desde su punto de vista, «la situación en América Latina es similar a la de 1974 a 1980», con disturbios y crisis en muchos países a la vez, «pero en este momento yo no soy capaz de hacer un análisis sobre eso».

A título personal opina que «algunas declaraciones no son precisamente de paz. Lo de Chile me da mucho miedo, porque el país sale de un problema de abusos (sexuales de menores) que nos hizo sufrir mucho, y ahora está este problema que no entendemos bien…».

La Santa Sede aconseja calma y diálogo , pero no puede hacer mucho más. Su objetivo es facilitar la paz y la vuelta a la calma, si las partes de algunos de los conflictos le permiten ayudar.

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