Papa Francisco: «Hoy, los hermanos y hermanas de todas las confesiones religiosas rezamos por el final de la pandemia»

«Rezamos a Dios como hermanos, unidos en la fraternidad de este momento de dolor y de tragedia» por el coronavirus

El Papa Francisco, en una imagen reciente EFE
Juan Vicente Boo

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Como han hecho numerosos líderes musulmanes y judíos, el Papa Francisco ha renovado a primera hora de este jueves el llamamiento a los creyentes de todo el planeta: «Hoy, todos nosotros, hermanos y hermanas de todas las confesiones religiosas nos unimos en la oración y la penitencia para pedir la gracia de la curación de esta pandemia ».

En la homilía de su misa matutina, el Papa ha insistido en que «cada uno de nosotros reza, las comunidades religiosas rezan, las confesiones religiosas rezan. Rezan a Dios, todos como hermanos unidos en la fraternidad de este momento de dolor y de tragedia» causada por el coronavirus.

Junto con el Santo Padre, el más destacado promotor de la jornada de ayuno y plegaria es el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar, Ahmed al Tayyeb, referente espiritual de mil doscientos millones de musulmanes sunnitas. El 4 de febrero de 2019, ambos firmaron en Abu Dhabi el documento de Fraternidad Humana universal, al que se han ido sumando otros líderes religiosos.

Saliendo al paso de una actitud egoísta, Francisco ha dicho que «muchas veces puede venir el pensamiento de que ‘a mi no me toca, gracias a Dios me he salvado’. ¡Piensa en los demás! Piensa en la tragedia, en las consecuencias económicas, las consecuencias en la educación y en lo que vendrá después».

Refiriéndose a la plegaria y el ayuno simultáneos de creyentes de todas las religiones, el Papa ha advertido que «quizá alguno diga ‘Esto es relativismo religioso y no se puede hacer’. ¿Pero cómo no se puede rezar al Padre de todos? Cada uno reza como sabe, como puede».

Constatando un giro histórico iniciado por san Juan Pablo II con la plegaria interreligiosa en Asís en 1986, Francisco ha subrayado que «nosotros no estamos rezando los unos contra los otros, una tradición religiosa contra otra . Estamos unidos todos, como seres humanos, rezando a Dios según la propia cultura, según la propia tradición, según la propia creencia, pero como hermanos. Y esto es lo importante».

Según el Santo Padre, la pandemia ha caído sobre nosotros «como un diluvio, ha caído de repente», pero no es la única pues «en los cuatro primeros meses del año han muerto de hambre tres millones setecientas mil personas. Al rezar por el final de esta pandemia debemos pensar a las demás: la de la guerra, la del hambre, y tantas otras».

Francisco ha concluido su oración pidiendo «que Dios nos bendiga y tenga piedad de nosotros».

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