El Papa denuncia el bloqueo de exportaciones de trigo de Ucrania
Explica que de estas acciones dependen la vida de millones de personas, especialmente en los países más pobres
También, condena el abandono de los ancianos y que la marginación conceptual y práctica de la vejez corrompe todas las acciones de la vida
El Papa reza un rosario en conexión con países en guerra y víctimas de la violencia para implorar la paz
«Es muy preocupante el bloqueo de las exportaciones del trigo de Ucrania , de las que depende la vida de millones de personas, especialmente en los países más pobres», ha denunciado este miércoles el Papa, durante su encuentro semanal con peregrinos en la plaza de San Pedro .
«Pido encarecidamente que se hagan todos los esfuerzos posibles para resolver esta cuestión y garantizar el derecho humano universal a la alimentación. Por favor, no utilicéis el trigo, un alimento básico, como arma de guerra», ha clamado.
Actualmente, las tropas rusas bloquean al menos 20 millones de toneladas de trigo en Odesa , y ha puestos las bases para provocar una crisis humanitaria en África de la que Putin culpa a las sanciones europeas.
Denuncia engaños y abandono de ancianos
Por otro lado, durante su catequesis semanal, el Papa ha denunciado el « abandono , los engaños y los abusos contra los ancianos». Ha dicho con hastío que son «una forma de cobardía en la que nos estamos especializando en nuestra sociedad», pues se aprovechan de las naturales dificultades que tienen que atravesar las personas mayores.
Desde hace varias semanas, el Papa está abordando la situación de los ancianos en la sociedad, y este miércoles ha denunciado que «a menudo se lee en la prensa o se escuchan noticias sobre personas mayores engañadas sin escrúpulos para hacerse con sus ahorros; o abandonadas sin atención; ofendidas con formas de desprecio e intimidadas para que renuncien a sus derechos», ha lamentado.
El pontífice ha señalado que esto «pasa incluso en las familias, y es grave». Se refería en concreto a la situación de «ancianos tratados como desecho, abandonados en residencia s sin que sus hijos los visiten, o que los visiten poco. Debemos reflexionar sobre esto».
En su opinión, estos abusos desvelan «que la ambivalencia de la sociedad hacia los ancianos no es un problema de emergencias puntuales, sino un rasgo de esa cultura del descarte que envenena el mundo en que vivimos».
La «tentación de ocultar nuestra edad»
El mensaje que transmite esta actitud «tiene unas consecuencias terribles: la vejez no sólo pierde su dignidad , sino que incluso se duda de que merezca continuar. Así, todos tenemos la tentación de esconder nuestra vulnerabilidad, de ocultar nuestra enfermedad, nuestra edad, nuestra vejez, porque tememos que sean la antesala de nuestra pérdida de dignidad».
«¿Es humano inducir este sentimiento? ¿Cómo es posible que la civilización moderna, tan avanzada y eficiente, se sienta tan incómoda con la enfermedad y la vejez? ¿Y cómo es posible que la política, tan empeñada en definir los límites de una supervivencia digna, sea al mismo tiempo insensible a la dignidad de una convivencia amorosa con los ancianos y los enfermos ?», se ha preguntado.
El problema es que «la marginación -conceptual y práctica- de la vejez corrompe todas las estaciones de la vida», y por eso, como salida de esta crisis, el Papa ha propuesto «aprender de la vejez, de ese abandonarse al cuidado de los demás», para « respetar la fragilidad ».
Antes de marcharse, ha puesto «deberes» a los peregrinos que había este miércoles en la plaza de San Pedro. «Que cada uno de nosotros piense en los ancianos de su familia (padres, abuelos, tíos, amigos…), y se pregunte, ¿los he borrado de mi vida?, ¿voy a verlos? Recuerda que también tú serás anciano o anciana. Trata a los ancianos como te gustaría que te trataran », ha concluido.
Tras la audiencia general, el Papa ha saludado el obispo de Getafe , Ginés García Beltrán, que este martes presentó en la Iglesia nacional española de Roma un documental sobre el jesuita de Valdemoro, Diego de Pantoja , uno de los principales evangelizadores de China en el siglo XVII.
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