El Papa celebra misa para mil presos en la basílica de San Pedro

Treinta y cinco reclusos españoles asisten al «Jubileo de los encarcelados»

El Papa ha reconocido que «la privación de libertad es la forma más dura de pagar una pena» EFE
Juan Vicente Boo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En un encuentro sin precedentes, el Papa Francisco ha celebrado este domingo la misa para mil presos , acompañados de policías, funcionarios de prisiones y familias hasta un total de cuatro mil personas en la basílica de San Pedro. Entre los reclusos de doce nacionalidades figuraban treinta y cinco españoles con permiso especial.

El «Jubileo de los encarcelados» ha sido protagonizado por algunas personas de uniforme –de recluso o de policía- y la mayoría de paisano, unidos en un curioso sentimiento de familia . Era algo impensable fuera del marco del Año Santo de la Misericordia, que concluye el día 20 de este mes.

Entre las reclusas y reclusos predominaban los rostros serios, marcados por largos años de sufrimiento , que aliviaban la emoción en un suspiro o una lágrima a medida que la homilía del Papa les hacía reflexionar sobre su pasado y sobre «la certeza de la presencia y de la compasión de Dios , no obstante el mal que hemos cometido».

Francisco ha reconocido que «la privación de libertad es la forma más dura de pagar una pena , porque toca la persona en su núcleo más íntimo, pero aun así no puede llevar a la pérdida de la esperanza». Al menos, de la esperanza en Dios, pues «su misericordia no lo deja tranquilo. Es como el Padre de la parábola, que espera siempre el regreso del hijo que se ha equivocado».

«Poca confianza en la rehabilitación»

Al mismo tiempo, el Papa ha hecho notar que «a veces, una cierta hipocresía lleva a ver sólo en vosotros personas que se han equivocado , para las que el único camino es la cárcel. No se piensa en la posibilidad de cambiar de vida, hay poca confianza en la rehabilitación . Pero de este modo se olvida que todos somos pecadores y, muchas veces, somos prisioneros sin darnos cuenta».

Algunas personas que se creen libres viven, en realidad, «encerrados en los propios prejuicios», pues «cuando uno se mueve dentro de esquemas ideológicos o absolutiza leyes de mercado que aplastan a las personas» vive encerrado «entre las estrechas paredes de la celda del individualismo» . Y también hay quienes «señalan con el dedo a quien se ha equivocado, como excusa para esconder las propias contradicciones».

El Papa ha asegurado a los reclusos que «la fe es capaz de mover montañas» , y a veces «la fuerza de la fe ha permitido pronunciar la palabra perdón en condiciones humanamente imposibles” o suscitar “entre las víctimas y entre los culpables, auténticos testigos y agentes de la misericordia». Al margen del texto escrito, Francisco ha recordado que «cada vez que visito una cárcel me pregunto: ¿Por qué ellos y no yo? Todos cometemos errores ».

Poco más tarde, durante el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, el Papa ha dirigido un llamamiento « a la mejora de las condiciones de vida de las cárceles» , y ha pedido a las autoridades «gestos de clemencia hacia reclusos que lo merezcan en este Año Santo de la Misericordia».

En su despedida, el Santo Padre ha dirigido un saludo especial a los españoles participantes en el encuentro de Centro Académico Romano Fundación y a los peregrinos venidos de San Sebastián de los Reyes.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación