El Papa celebra misa en el cementerio de Roma e invita a perdonar
Califica de bienaventurados «a los que no juzgan todo sino que intentan ponerse en el lugar de los otros»
Sumándose a las personas que visitan estos días las tumbas de sus seres queridos, el Papa Francisco acudió ayer por la tarde al cementerio romano del Verano para celebrar una misa en la que invitó a la paciencia, la mansedumbre y el perdón , siguiendo el texto de las bienaventuranzas.
A un mes del comienzo del Año Santo de la Misericordia, el Papa calificó de bienaventurados «a los que saben perdonar, los que tienen misericordia por los demás, que no juzgan todo sino que intentan ponerse en el lugar de los otros».
A mediodía, durante el rezo del Ángelus con más de sesenta mil personas que habían acudido a la plaza de San Pedro, el Santo Padre invitó a imitar «no sólo a los santos canonizados» sino también a «los santos de la puerta de al lado», que nos enseñan a «practicar el Evangelio en la vida ordinaria».
Francisco exhortó a prodigar «gestos de amor y misericordia, como un detalle de ternura, un rato de escucha, una visita, una sonrisa» porque «son los únicos que resisten a la muerte. Ante nuestros ojos parecen insignificantes, pero ante los ojos de Dios son eternos».
El Papa sorprendió anunciando que ante la situación de continua violencia en la República Centroafricana, «el próximo domingo 29 de noviembre abriré la puerta santa de la catedral de Bangui» , dándole precedencia sobre la de la basílica de San Pedro, que abrirá el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción y comienzo del Año Santo de la Misericordia.
El Papa viajará del 25 al 30 de noviembre a Kenia, Uganda y la República Centroafricana, cuyo gobierno provisional no consigue cortar el ciclo de asesinatos y represalias entre los más extremistas del grupo musulmán Seleka, y los más fanáticos del frente contrario, Anti-Balaka, en su mayoría cristianos.
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