El Papa recuerda el asesinato de 55.000 judíos en el gueto de Vilnius como aviso ante la nueva intolerancia
Urge a detectar «cualquier rebrote de esa perniciosa actitud», la de «un pueblo que se cree superior»
Frente a los rebrotes de xenofobia y nazismo en Europa, el Papa Francisco ha recordado este domingo que «hace 75 años, Lituania presenciaba la destrucción definitiva del gueto de Vilnius, así culminaba el aniquilamiento de miles de judíos, iniciado dos años antes. Fue el 23 de septiembre de 1943. De las 57.000 personas encerradas por los alemanes en el gueto, sobrevivieron solo dos mil .
Al término de una misa con más de cien mil personas en Kaunas, la segunda ciudad de Lituania, el Santo Padre ha urgido a « detectar a tiempo cualquier rebrote de esta perniciosa actitud , cualquier aire que enrarezca el corazón de las generaciones que no vivieron aquello, y que pueden dejarse llevar por esos cantos de sirena».
Sin mencionar explícitamente ninguno de los seis o siete países con formaciones políticas que invitan a discriminar, el Papa ha salido al paso del « afán de primacía » y ha recordado los tristes casos en que «un pueblo se cree superior, con más derechos adquiridos, con más privilegios por preservar o conquistar».
El antídoto que Jesús propone «cuando aparece esa pulsión en nuestro corazón o en el latir de una sociedad» es, según Francisco, « hacerse el último de todos y el servidor de todos , allí donde nadie quiere ir, al encuentro con los últimos, con los descartados».
En los países europeos, esto significa «la atención delicada a los excluidos, a las minorías, para que alejemos de nuestros ambientes y de nuestras culturas la posibilidad de aniquilar al otro , de marginar, de seguir descartando a quien nos molesta y amenaza nuestra comodidad».
En la misa multitudinaria al aire libre, el Papa ha recordado los años trágicos de las sucesivas ocupaciones nazi y soviética , recordando que «Lituania entera puede testimonia con un escalofrío ante la sola mención de Siberia, o los guetos de Vilnius y Kaunas».
Alternando las miradas al pasado y al presente, Francisco ha advertido que «el afán de poder y de gloria constituye el modo más común de comportarse de quienes no terminan de sanar la memoria de su historia y, quizá por eso mismo, tampoco aceptan esforzarse en el trabajo del presente».
El programa del Papa incluye, por la tarde, la visita al Museo de la Ocupación, el siniestro edificio que fue jefatura de la Gestapo y después del KGB, y el Monumento a las Víctimas del gueto.
Antes de que Hitler rompiese el pacto Molotov-Ribbentrop e iniciase la invasión de territorio soviético, Lituania contaba con 208.000 judíos , de los cuales sobrevivieron al Holocausto tan solo 12.000. Vilnius se convirtió en un campo de exterminio. Cincuenta y cinco mil judíos fueron asesinados en el gueto y otros 60.000 en el bosque de Paneriai, a la salida de la capital.
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