El Papa advierte que Dios «no escucha las peticiones autorreferenciales o mundanas»
Recuerda que las homilías mal preparadas «faltan a un derecho de los fieles»
![Èl Papa saluda a los fieles tras la audiencia de este miércoles](https://s1.abcstatics.com/media/sociedad/2018/02/14/papa-audiencia-plegarias-kRj--1240x698@abc.jpg)
El Papa Francisco ha advertido este miércoles que las plegarias e intenciones de la misa deben estar bien escogidas, pues «las pretensiones y lógicas mundanas no llegan al cielo, lo mismo que no escucha las peticiones autorreferenciales». Se trata de evitar la oración del fariseo , declarada inútil por Jesús en el Evangelio.
En su audiencia general, el Santo Padre ha invitado a pedir «por necesidades concretas de la comunidad eclesial y del mundo, evitando recurrir a fórmulas convencionales y miopes».
Una vez más, el Papa ha insistido en que «cada uno de nosotros, cuando vamos a misa, tenemos el derecho a recibir la palabra de Dios bien leída y bien explicada en la homilía», y ha advertido que «cuando la predicación del diácono, el sacerdote o el obispo no está hecha con fervor, se falta a un derecho de los fieles. ¡Tenemos el derecho a escuchar la palabra de Dios! ».
Francisco ha invitado a los peregrinos a pedir con fe, «pues el Señor ha dicho que ‘todo es posible para el que cree’. Repitamos ‘Creo Señor, pero ayuda a mi escasez de fe’».
El Santo Padre ha recorrido la plaza de San Pedro en el «papamóvil», al que permitió subir a un grupo de niños, que disfrutaron el paseo.
Francisco ha recordado a los peregrinos que «la audiencia general se desarrolla en dos lugares, pues hay un grupo de enfermos en el Aula que nos ven y que podemos ver: ¡los saludamos con un aplauso!». Es el sistema habitual cuando la afluencia de público supera los diez mil participantes y requiere volver a celebrar las audiencias en la plaza incluso antes de que desaparezcan los fríos del invierno.
El Papa ha dedicado un saludo especial a los fieles de Caravaca de la Cruz, que han peregrinado con su obispo José Manuel Lorca al frente para ver al Santo Padre y entregarle sesenta mil euros del «Óbolo del Año Santo».
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