César Nombela
Pactos
Lo fundamental es marcar un punto de partida claro; que no es otro que un marco de libertades
En nuestras circunstancias políticas resulta un lugar común el recurrir a la palabra pacto , para orientar la acción de las administraciones hacia unos objetivos compartidos por la sociedad en su conjunto, o por una mayoría muy amplia. La educación y la investigación científica y técnica son dos de los territorios en los que se postula ese entendimiento , para que la deseable alternancia en el poder, propia de las sociedades democráticas, preserve no obstante la búsqueda de los mejores objetivos. Pero, propuestas de esta naturaleza no son exclusivas de nuestro ámbito.
Hace pocos días se han llevado a cabo marchas en muchos de los países desarrollados para reclamar atención al cultivo de la Ciencia que, a pesar de que algunos trataron de focalizarlo en una protesta contra la administración Trump, más bien recogen un sentir general en pro de lo que el avance científico representa para el futuro del mundo. En España coincidimos en la necesidad de un mayor esfuerzo en pro de la Ciencia y la Innovación . Pero coincidimos menos a la hora de reconocer la necesidad una educación mejor, incluso a la vista de informes y encuestas que evidencian resultados insuficientes.
Es más fácil invocar el pacto que el que la mayoría adopte una actitud que lo haga factible, junto con el liderazgo de los responsables públicos . Al hablar de los pactos mencionados, muchos plantean los detalles de cómo debiera organizarse la tarea. Sin embargo, lo fundamental es marcar un punto de partida claro; para mí no es otro que un marco de libertades, imprescindible para actividades que son fundamentalmente creativas y que se pueden ver cercenadas ante un intervencionismo excesivo de los grupos de poder. Libertad de las familias, de los profesores, de los investigadores; libertad en la que enmarcar el esfuerzo imprescindible que se requiere porque no hay atajos para evitarlo. Desde ahí, será necesario pactar también que la educación y la investigación sean tareas prioritarias, para la inversión pública y para el estímulo del esfuerzo privado.